Aimar lleva al Valencia a la Intertoto

Un cabezazo de Pablo Aimar cuando peor jugaba el Valencia dejó los tres puntos en Mestalla y clasificó al equipo local para la Intertoto en el encuentro de la despedida de la Liga ante Osasuna, que siempre estuvo en el partido a pesar de tener cerca la final de la Copa del Rey y que pudo ganar si alguno de los dos balones que envió al poste hubiera entrado en la meta de Palop.

Fueron 90 minutos de imprecisiones y poco fútbol, sin emoción y con la carencias de los locales tan a la vista como en los últimos encuentros. Las muchas faltas, pocas ocasiones y excesivas imprecisiones que ya se produjeron en el primer periodo fueron un reflejo del momento de juego en el que ha llegado el Valencia al final de la temporada y de la falta de urgencias en el equipo navarro.

El conjunto valenciano llegó más que su rival a portería, pero no pasó de darse un festival de saques de esquina improductivos, mientras que Osasuna tuvo más el balón en el centro del campo, aunque sin aproximarse con claridad a la meta defendida por Palop. En definitiva, el encuentro languideció hacia el descanso, sin que pasara nada y sin que se atisbara la más mínima posibilidad de que algo pudiera ocurrir en la reanudación, entre otros motivos por los resultados que se daban en otros estadios.

Una tarde de radio

Un remate de David López, acompañado de una excepcional parada de Palop, despertó a los aficionados cuando se habían disputado diez minutos del segundo tiempo y estaban más pendientes de la radio para conocer otros marcadores, que del partido. Los jugadores locales estaban cada vez menos en el encuentro, con errores en los pases, falta de capacidad para recuperar la posición y carencia absoluta de ideas, mientras que los de Osasuna al menos eran capaces de arroparse, triangular y buscar acciones ofensivas a base de cuidar el balón.

La entrada de Sissoko dio algo más de posesión de balón a los locales, pero sin que el equipo diera sensación de poder alegrar a su público con una victoria en el encuentro de la despedida. Sin embargo, las oportunidades más claras fueron para Osasuna, en un excelente remate de cabeza de Milosevic que se estrelló en el larguero en el minuto 73 y dos minutos después en un lanzamiento de Aloisi al poste, en los que la fortuna jugó de parte del Valencia.

Fue poco después cuando un magnífico centro de Rufete, en una acción aislada, propició un cabezazo de Aimar que despejó Sanzol, pero en el segundo remate el propio Aimar se reencontró con el gol, que festejó con un abrazo al técnico Antonio López y que dejó los tres puntos en Mestalla en la despedida de una campaña triste. Osasuna se marchó con la sensación de no haber ni ganado ni perdido, sino de haber medido sus propias fuerzas de cara a la final de la Copa del Rey. Los de Pamplona jugarán la UEFA por su condición de finalista de la Copa del Rey y al haberse clasificado para la Liga de Campeones su rival en esta final del próximo 11 de junio, el Betis.