El Levante hipoteca su futuro en Primera

El empate sin goles con el que se ha resuelto el derbi entre el Levante y el Valencia no ha servido para nada a ninguno de los dos equipos. Los locales han dado casi un paso definitivo para jugar en Segunda División el próximo curso, diagnóstico agravado por la goleada del Mallorca, su maximo rival para evitar el descenso, al Deportivo-. El Valencia, campeón la pasada campaña, también ha echado por la borda las pocas posibilidades que tenía de disputar la Copa de la UEFA el próximo año.

Los dos equipos pusieron de manifiesto sobre el césped el por qué de su actual situación deportiva. Aunque ninguno de los dos se hiciera con las riendas del partido, fue el Valencia el primero que pudo hacer variar el marcador al poco de superar el primer cuarto de hora con un balón al palo del argentino Pablo Aimar y otro de Rubén Baraja que salió junto al poste izquierdo.

Tras media hora de juego, nada hacía pensar que el Levante se estaba jugando la continuidad en Primera, con un juego pobre y sin profundidad como demuestra que en ese periodo Andrés Palop viviese un plácido partido y sólo se viese incomodado por un disparo seco y ajustado al palo y, posteriormente, por un remate de cabeza de Alexis que solventó bien el meta valenciano.

Sin más alicientes el partido llegó al descanso con un Valencia ligeramente superior pero sin presencia en los metros finales, quizá motivado por la ausencia en la alineación de un delantero centro nato. El Levante se fue al descanso en zona de descenso por primera vez en la temporada ya que, a su vez, el Mallorca ganaba en Riazor al Depor, encadenando una racha de seis partidos invicto, y le superaba en la clasificación.

Poco cambió el guión del choque en la reanudación. Quizá el Levante se mostró algo más activo que en los primeros 45 minutos, pero tanto su juego con el de su rival se perdía en el centro del campo sin que pudieran conectar con los jugadores más avanzados. Oltra quiso ganar en presencia ofensiva con la entrada de Sergio García, quien a los pocos segundos de salir, dispuso de la mejor ocasión para batir a Palop, con un tiro desde fuera del área que salió junto a palo. Lejos de aumentar la intensidad, el derbi seguía sin chispa alguna, con dos equipos desfondados y que apenas daban sensación de poder desnivelar el marcador, salvo en una jugada aislada y casi accidental.

Así, tan sólo dos acciones llevaron la emoción a la grada en la recta final del choque, aunque en la primera un tiro de Juanma fue repelido por Palop y en la acción siguiente el italiano Di Vaio estuvo algo lento en la resolución final y también malogró un buen ocasión de gol.