Fiesta con final feliz en Getafe

La fiesta fue feliz en Getafe. Salió el equipo local al campo salvado ya matemáticamente y quiso brindar a su afición una victoria con la que rubricar la hazaña de quedarse otro año más en Primera. Lo solventó rápido el equipo de Quique Flores, con dos goles de Míchel en la primera parte frente a una Real de turismo activo por Madrid.

Estaba todo preparado para que el Coliseum Alfonso Pérez fuese una fiesta y nadie se saltó el guión. Por una parte estaba el Getafe, que con el empate del Mallorca en Pamplona ya se había salvado matemáticamente. Por otra estaba la Real Sociedad, que lleva ya tiempo sin jugarse nada en esta Liga. Y entre todos, estaba el público, que quería disfrutar de una fiesta completa con victoria.

Ante la desidia guipuzcoana, los de Quique Sánchez Flores se pusieron rápidamente manos a la obra. Primero lo intentó Kome, pero el árbitro le cazó llevándosela con la mano. Después, y como el que no quiere la cosa, Pernía y Míchel aprovecharon que la defensa de la Real no paraba de silbar al sol de Getafe. En el primer saque de esquina, el balón cruzó todo el área pequeña hasta que Míchel, que pasaba por ahí, fusiló a Alberto. En el segundo, el ariete se ahorró la incertidumbre y se parapetó en el primer palo para rematar de cabeza libre de marca. 2-0, partido resuelto y fiesta completa.

Con semejante panorama, todos decidieron disfrutar de la plácida tarde madrileña. Los jugadores del Getafe debieron comprobar la verdadera fiesta, el cava y las duchas que les esperaban dentro del vestuario al final del partido y decidieron dormir el encuentro y que pasara el trago de la segunda parte lo más rápido posible.

La complicidad de la Real fue inestimable. Si nada inquietaron los guipuzcoanos en los primeros 45 minutos, lo de los segundos resultó escandalosamente pobre. Así, con los tres puntos amarraditos, los de azul, ahora ya sí con los dos pies en Primera la próxima temporada, se buscaron el merecido descanso tras una brillante temporada.