Osasuna se salva a costa de las ilusiones del Mallorca
Los baleares salieron a por la victoria pero el arreón final de los pamploneses certificó el empate
El Mallorca tuvo la victoria en su mano y se fue de Pamplona con un futuro aún más incierto y con la sensación de que pudo dejarse en El Sadar muchas de sus opciones de permanecer una temporada más en Primera División. Osasuna vive desde hace semanas pendiente de la Copa del Rey y hoy además ha conseguido el último punto que le faltaba para asegurar la permanencia.
Osasuna tiene la mente puesta en la semifinal de Copa del próximo jueves contra el Atlético y su técnico, Javier Aguirre, no dudó en reservar a los titulares para esta importante cita. El Mallorca, que se juega la vida en cada partido y no puede permitirse ningún fallo si quiere seguir en Primera, estuvo más concentrado y salió decidido a por la victoria. Dominó el encuentro, fue muy superior y alimentó el sueño de la permanencia con un golazo de Farinós. El valenciano aprovechó un mal despeje del portero de Osasuna Sanzol para marcar desde el centro del campo. Un gol espectacular que hacía justicia a los méritos del Mallorca y castigaba la poca intensidad mostrada por los navarros.
La actitud de los equipos no varió en la segunda parte y los que sufrieron las consecuencias fueron los aficionados que se acercaron a El Sadar. Osasuna se quedó con el balón, pero no terminó de tener claro lo que debía hacer con él para sorprender al Mallorca, que gozó de claras oportunidades para sentenciar el encuentro y se marchó de Pamplona con la sensación de haberse dejado algo más de dos puntos en Navarra.
El partido se movió a un ritmo lento hasta los últimos diez minutos, cuando la locura pareció apoderarse de los dos conjuntos. Apareció Milosevic para empatar de cabeza y ya apurando los últimos minutos el australiano Aloisi remató al poste. El Mallorca no se resignó a su suerte y en los últimos segundos llegó la acción más polémica de la tarde. Okubo superó a Sanzol y cuando el japonés ya celebraba el tanto Cuéllar despejó sobre la misma línea. En esos centímetros que le faltaron para superar completamente la raya de gol pudo quedarse la permanencia del Mallorca.
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