El Barça quiere la Liga

Un Athletic muy pobre, lejos de la imagen mostrada en el Bernabéu hace poco, fue sometido por el Barcelona, una jornada más cerca del título. Los goles de Deco y Giuly en el primer tiempo le bastaron al Barça para reconciliarse con la competición que más le va ahora, la Liga, que domina con 11 puntos de ventaja a la espera del Getafe-Real Madrid. Pero la sensación es que el Barça sólo se puede caer del podio por sí mismo, por sus errores. Si los comete, claro. De momento, su tour de force comienza el sábado en Riazor ante el Depor. Pero el que haya sacado adelante este aperitivo con veneno del Athletic sólo invita al optimismo en Can Barça.

Ha sido un partido de reafirmación culé después del varapalo continental. Tras el homenaje al fallecido Rinus Michels, el público se entregó desde el primer segundo al arte de animar a los suyos. Y ello en un partido complicado, frente a un rival como el Athletic que quiso tutear al líder. Tanto es así que la posesión de la pelota era suya al principio y que Deco ya tenía amarilla a los tres minutos.

El Barça tardó diez minutos en comenzar a asentarse. Fue entonces su primer disparo, obra del inquieto Giuly. Seis minutos más tarde, el francés le daba un gol hecho a Etoo, que cometió la torpeza de la jornada, culminada por otra del propio Giuly. Pero el gol se mascaba a la vez que el Athletic se achicaba. No se parecía al del Bernabéu y el invento de Javi González como lateral izquierdo no funcionó, a la vista de las escapadas de Giuly.

El 1-0 fue un gol ya visto, que redimía al barcelonismo de la mala suerte de Londres. Deco tiró al rebote, como hace habitualmente, y anotó el primero de la noche. Con marcador a favor, y más metros para correr, el Barça se gustó y liquidó parte de la cuestión con el 2-0, obra de Giuly, solo en la parte derecha.

Relax para el Barça en la continuación del duelo. El Athletic quiso dar miedo de primeras con Llorente en el campo, quien entró por el inoperante Javi González (Del Horno se retrasó al lateral), pero se quedó en intrascendente. Eso sí, más adelante, pasada la hora de encuentro, tuvo su ocasión de engancharse al duelo en dos acciones consecutivas de Etxeberria, estrelladas siempre ante Víctor Valdés. Fue el momento del Athletic. Pero poco más.

Rijkaard aprovechó para dar descanso a Deco (ovacionado, jaleado, confirmado como héroe de la 'gent blaugrana'), Márquez (con él en Stamford Bridge otro gallo hubiera cantado) y Etoo (Maxi está a años luz del camerunés pese a sus ganas en el campo), y apenas pasó nada: el tiempo, que no es poco, para confirmar un triunfo terapéutico, que rehabilita a los azulgrana tras el fiasco europeo y deja la Liga un poco más cerca.