El Zaragoza logra un favorable empate bajo el frío austríaco

El Zaragoza ha empatado a un gol ante el Austria de Viena en el partido de ida de octavos de final de la Copa de la UEFA, en un encuentro marcado por el deplorable estado del campo y por la escasez de argumentos futbolísticos por ambos equipos, más preocupados por mantener la verticalidad. Al Zaragoza le faltó fuerza, tensión y agresividad durante la primera mitad y tuvo que entrar en el partido tras un gol de Rushfelt en un fallo defensivo maño en el minuto 31. El partido lo empató Savio en el minuto 74 en un tiro cruzado. El protagonismo se lo lleva el terreno de juego, duro y rápido, que ocasionó numerosos resbalones, la mayoría entre los jugadores maños.

Los botes endiablados del esférico y la dificultad para controlar favorecieron a los centroeuropeos, más experimentados en estas lides y menos técnicos. Savio en el primer minuto avisó con un disparo desde el pico del área grande, a partir de ahí el Austria a base de fe empezó a empujar al Zaragoza contra su área. Los maños nunca dieron la impresión de tener claro qué hacer con el balón y dieron la impresión, en algunos tramos del partido, de jugar de puntillas sobre una pista de hielo. El miedo a las lesiones parecía atenazar a los zaragocistas.

El primer gol llegó en el minuto 31, cuando el ex racinguista noruego Rushfelt soltó un latigazo desde el pico del área en una jugada en la que el bote del balón engaño a la defensa. Los maños salieron en la segunda parte con ánimo de recomponer el partido, dejándole espacios al Austria, que pudo marcar en dos ocasiones. El gol del Zaragoza llegó en el minuto 74 por medio de Savio, que en una escapada por la banda cruzó el balón haciendo imposible la estirada de Didulica, en un justa recompensa por el esfuerzo maño.