Aragoneses estropea el plan del Getafe en Sevilla
El Getafe empata a dos ante el Betis, lastrado por la desastrosa actuación de su portero
Alfredo Di Stéfano le dijo un día a un portero suyo: "Está bien que no me pare las que van dentro, pero no me meta las que van fuera". La certera frase del hispanoargentino la sufrió en sus carnes Quique Flores en el Manuel Ruiz de Lopera. El Getafe empató a dos en Sevilla, un resultado bueno, aunque convertido en pésimo después de comprobar cómo el gran juego del equipo madrileño ante el Betis era arruinado por la desastrosa actuación de su portero, Sergio Aragoneses.
Tenía un plan Quique Flores para conseguir la primera victoria a domicilio. Era tarea complicada lograrla en el Manuel Ruiz de Lopera frente a un Betis al alza y que se gusta en su fútbol y en su estadio. Le salió bien el envite al técnico getafense, que asistió desde la banda a un ejercicio de grandeza, con sus jugadores moviendo el balón de un lado al otro, mareando al buen Betis de Serra y adelantándose en el minuto 15 gracias a Vivar Dorado.
Pero, mientras el estadio se preguntaba por qué jugaba tan bien el Getafe y las dudas con los suyos empezaban a aflorar, Sergio Aragoneses se cargó el plan en el minuto 27. Una salida de patio de colegio permitió a Rivas empatar el partido... Y los jugadores del Getafe empezaron a temblar. El equipo sin complejos que era transmutó en miedoso. El Getafe se puso a pensar en el punto que aún tenía en su cuenta y se abandonó a la resistencia.
Lo peor para el bueno de Quique es que cuando una cosa que va mal siempre puede acabar de forma desastrosa. El técnico reconvino a sus jugadores en la caseta, les hizo ver que la actitud de los últimos 15 minutos de la primera parte no era la adecuada y los mandó a jugar al fútbol. Y vaya si lo hicieron. El Getafe volvió a gustarse y adornó su bella planta sobre el césped con un golazo desde 30 metros de Pernía. El gol de la Liga, un voleón que se coló por la escuadra del incrédulo Doblas.
Creció el cuadro madrileño con la nueva ventaja y plantó cara al Betis donde más duele, en el centro del campo, con circulación y aperturas, con profundidad y fútbol. Respondió el Betis como se le supone, con ambición de equipo grande... Y con el desastre llamado Sergio Aragoneses, que sigue siendo portero. Una falta lanzada por Assunçao, blandita y que se iba fuera la metió el guardameta en la portería. Esta vez no se arrugó el Getafe, pero la certeza de tener al enemigo en casa arruinó su confianza y le impidió ganar tres puntos.
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