El Depor recupera la fe a costa del Espanyol

La última semana ha sido especialmente difícil para el Deportivo, que ha visto como Walter Pandiani aireaba sus diferencias con el técnico, Javier Irureta. La tensión en el equipo gallego, más cerca de los puestos de descenso que de la zona que da acceso a competiciones europeas, sólo tenía una solución posible, ganar al Espanyol, uno de los conjuntos más en forma de la Liga. El Depor mostró mejor cara que en anteriores jornadas, con sus jugadores más comprometidos, más concentrados, sin demasiadas fisuras en defensa y más inspirados en ataque, sobre todo Diego Tristán, que marcó y ofreció algunos de esos detalles que se esperan de un futbolista con su calidad.

Jorge Andrade había marcado antes al aprovechar un despiste de la zaga del Espanyol y Fredson equilibró el resultado después del único error del Deportivo en defensa. El Espanyol fue el equipo sólido y ordenado que se ha convertido en la revelación del campeonato, pero al que le faltó contundencia en ataque para hacer más daño al Deportivo en la primera parte.

El Espanyol no perdió la cara al partido y mantuvo el orden y la concentración hasta que se cruzó en su camino Mejuto González para inventarse un penalti y acabar con el encuentro. El árbitro convirtió un piscinazo de Diego Tristán en una falta de Pochettino, señaló los once metros y expulsó al central argentino. Tristán transformó el lanzamiento y ahí se acabó el Espanyol. El Deportivo aprovechó la colaboración de Mejuto para vivir el encuentro más cómodo de todo el campeonato y recuperar la calma perdida en los últimos días. Tanto se marchó del partido el Espanyol que hasta permitió a Valerón marcar de cabeza el cuarto tanto para el conjunto de Irureta, que suma su tercera victoria en Riazor.