Noche mágica en San Mamés
El Athletic remonta un 0-3 a Osasuna
Athletic y Osasuna han escrito una de las páginas más emocionantes e intensas de la historia de San Mamés. Osasuna pasó por encima del Athletic durante más de 50 minutos, pero terminó siendo devorado por los leones, que rugieron como nunca. Julen Guerrero marcó el gol de la victoria y volvió a sentirse protagonista, a recordar lo que se sentía cuando él era la estrella del equipo. Más allá de reflexiones tácticas, éste es uno de esos partidos que a uno le reconcilian con el fútbol y le invitan a seguir disfrutando con este deporte.
Los aficionados acudieron a San Mamés para ver a Fernando Llorente, la última joya salida de la cantera de Lezama y elevado ya a la categoría de estrella por algunos, y se encontraron con Pablo García. El uruguayo mostró su lado más amable y convirtió una acción aislada en el centro del campo en una obra de arte. Se deshizo de los rivales que salieron a su paso hasta el borde del área y con un preciso disparo con la derecha, su pierna mala, batió a Aranzubia. García, más conocido por sus patadas y tarjetas que por sus habilidades futbolísticas, que las tiene, se llevó los aplausos destinados a Llorente. El delantero apenas participó en el juego y fue víctima de la pobre actuación del Athletic, que nunca tuvo continuidad, le faltó fluidez, profundidad por las bandas y no supo atacar en ningún momento la ordenada defensa navarra.
Con el gol se acabó el poco fútbol que se vio en la Catedral y el encuentro entró en una fase deprimente de la que sólo le sacó el pitido del árbitro para indicar el descanso. Antes, Pablo García mostró su lado oscuro con un manotazo en la cara a Gurpegi. El efecto del gol ya se le había pasado al charrúa.
El partido tampoco tuvo un gran nivel de juego después del descanso, pero alcanzó una intensidad que quizá ningún encuentro ha logrado esta temporada. Athletic y Osasuna protagonizaron un choque inolvidable, en el que las tácticas, el juego y el orden pasaron a un segundo plano para deleite de los seguidores bilbaínos y los aficionados imparciales. Los socios de Osasuna verán la película de otra forma.
El Athletic llegó a ir perdiendo por 0-3 y en una demostración de casta, de fe y de ganas dio la vuelta a la historia hasta elevar el 4-3 al marcador de San Mamés, que vivió una noche mágica. Fue un final de película, con Julen Guerrero, condenado al ostracismo desde hace años, recuperado para la causa después de marcar el gol de la victoria bilbaína.
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