Desalojado el estadio Santiago Bernabéu por un aviso de bomba

El partido que disputaban esta noche en el Santiago Bernabéu el Real Madrid y la Real Sociedad, correspondiente a la 15ª jornada de la Liga española, ha sido interrumpido a tres minutos del final debido a una amenaza de bomba. Según el aviso, recibido en el diario Gara, la bomba debía haber estallado a las 21.00 horas, momento en el que ya no quedaba público en el recinto. El desalojo se ha producido en tan sólo 15 minutos y no se han registrado incidentes, gracias a los llamamientos de calma por parte de la policía y los responsables de seguridad del club. La policía rastrea el estadio y sus alrededores en busca del supuesto explosivo.

Según han indicado a este periódico fuentes de la lucha antiterrorista, un comunicante anónimo, varón, ha llamado a la sede de Gara en San Sebastián minutos antes de las 20.15 horas: "Le llamo en nombre de ETA. Tome nota. Va a estallar una bomba a las nueve de la noche en el Bernabéu". El procedimiento de la llamada ha hecho que los servicios antiterroristas dieran credibilidad al aviso. El ministro del Interior, José Antonio Alonso, ha informado de la amenaza al presidente, José Luis Rodríguez Zapatero, quien ha respondido que debían adoptarse las medidas que decidiera la cadena de mando policial. Y éstos se han inclinado por el desalojo por una cuestión de "prudencia", según fuentes policiales. El director general de la Policía, Víctor García Hidalgo, se encontraba en el palco.

Tomada la decisión, sobre las 20.30 se ha transmitido por megafonía a los espectadores la necesidad de desalojar el estadio "de forma ordenada y tranquila", aunque no se ha comunicado la causa. A las 20.45, cuando transcurría el minuto 88 del encuentro con empate en el marcador, el árbitro, Vicente Lizondo Cortés, ha interrumpido el juego. Unas 75.000 personas seguían el partido en directo, que se han agolpado a la carrera aunque de forma ordenada en las salidas del recinto, sin que se hayan producido heridos ni incidentes de consideración. Los responsables del club han permitido a los espectadores que abandonaran el recinto incluso por el terreno de juego. Así, los espectadores situados en el graderío bajo han salido saltando al campo mientras que el resto lo ha hecho por las salidas denominadas vomitorios. En un tiempo récord de tan sólo 15 minutos, ya no quedaba nadie en el estadio.

Mochilas olvidadas en la huida

Los jugadores también han tenido que salir precipitadamente el estadio en pantalón corto. Pasado el momento señalado para el estallido, no se ha hallado ningún artefacto en la zona. Unos 50 efectivos de la Policía Nacional y expertos en desactivación de explosivos han rastrado con perros el campo y las gradas, mientras otros agentes buscan en los alrededores del estadio, que ha sido acordonado. Tras completar una primera inspección del recinto, todo parece indicar que ha sido "un falso aviso de bomba", según han informado a EL PAÍS fuentes policiales. Dichas fuentes han precisado que, de momento, no se ha hallado nada sospechoso ni dentro ni fuera, aunque la policía sigue revisando tanto el estadio, como el centro comercial anejo, los coches aparcados en el perímetro del campo, así como el aparcamiento subterráneo que alberga. De hecho, la policía ha dado permiso a los jugadores del Madrid y de la Real y a los árbitros para que entren a los vestuarios del estadio.

Sin embargo, momentos antes un empleado del estadio ha explicado en los micrófonos de la cadena SER que él mismo alertó a la policía de la presencia de una mochila negra situada en el cuarto nivel del Fondo Norte, lugar donde estaban ubicados los aficionados de la Real. "Hemos salido fuera y hemos visto una mochila negra de 50 por 50 que estaba en el cuarto nivel del Fondo Norte". Al respecto, la policía ha señalado que no se ha localizado una sino "más de un centenar de mochilas", la mayoría con bocadillos, bebidas y ropa de abrigo, que han sido abandonadas por el público en su huida. En este sentido, el director de Comunicación del Real Madrid, Antonio García Ferreras, ha señalado que la policía ha analizado ya "por precaución" varias mochilas, pero sin encontrar ningún artefacto.

A las 21.30 horas, el atasco de tráfico en Paseo de la Castellana y otras calles adyacentes al estadio era considerable, mucho mayor que en otros días de partido. Sin embargo, 15 minutos despues la gente ya se había dispersado salvo algunos curiosos. Hasta la zona se han desplazaron un furgón de la Policía Nacional y del Samur-Protección Civil, si bien tuvieron que atender a nadie. El Bernabéu ha sido en varias ocasiones objetivo del terrorismo, la última vez el 1 de mayo de 2002, cuando una bomba colocada por ETA hizo explosión frente al edificio Torre Europa, en las cercanías del estadio, horas antes del encuentro entre el Madrid y el Barcelona. El atentado, mediante un vehículo cargado con 20 kilos de dinamita, causó 17 heridos leves y destrozos, pero no impidió la celebración del partido. Los terroristas avisaron previamente mediante una llamada telefónica a Gara.