Miles de madrileños homenajean a Carlos Sainz en su despedida de los rallies

Carlos Sainz, bicampeón del mundo de Rally, ha dicho adiós hoy definitivamente a su carrera en Madrid, su ciudad natal, que le ha despedido con un homenaje en el que el piloto ha deleitado a los aficionados con espectaculares maniobras por el centro de la ciudad. Miles de personas se han dado cita entre la puerta de Alcalá y la fuente de la Cibeles para homenajear al piloto español, que ha anunciado su retirada esta temporada.

Antes de marcar con sus neumáticos el asfalto de la calle de Alcalá, Sainz se ha dirigido a los aficionados en un acto en el que ha participado el alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón. Emocionado, el campeón del mundo de 1990 y 1992 ha declarado que, con el homenaje recibido, se resarce de cualquier mal momento que haya podido tener en su carrera deportiva y con él cumple "un sueño". Y eso que su carrera deportiva, además de éxitos, ha estado plagada de malos momentos, algunos inolvidables, como el que le privó de su tercer entorchado mundial a escasos metros del triunfo por una avería que su copiloto de siempre, Luis Moya, trataba de arreglar al grito de "¡Trata de arrancarlo, Carlos, por Dios!".

"Nunca en el mejor de mis sueños hubiera pensado que la última vez que subiera en un coche de competición sería en el centro de Madrid, rodeado de mi familia, de mis amigos y de la afición", ha dicho el piloto, minutos antes de hacer un recorrido con el Citroen Xsara con el que ha participado este año en el Mundial. Sólo uno de esos amigos ha estado ausente en este homenaje. Ha sido Luis Moya, su copiloto durante toda su carrera menos en las dos últimas temporadas.

Tras la rueda de prensa, el homenaje ha tenido su momento álgido cuando Sainz se ha puesto a los mandos de su Citroen y ha recorrido varias veces el tramo de la calle Alcalá entre la puerta y Cibeles, con derrapajes y trompos que han puesto en pie a los miles de aficionados congregados. Un testigo de excepción de esas maniobras ha sido el alcalde, que ha viajado como copiloto en el coche de Sainz. El último compañero de Sainz en Citroen, el francés campeón del mundo Sebastián Loeb también ha enseñado sus habilidades al público madrileño.

Preguntado en rueda de prensa por sus planes de futuro, ha reiterado que aún está reflexionando, pero que no descarta participar en el Paris-Dakar, quizá en 2006. En todo caso, ha dicho que "cualquier decisión tomada apresuradamente no es buena. Ahora quiero disfrutar de mi familia, de mis amigos y cumplir compromisos que antes no podía cumplir".