Cataluña tendrá una segunda oportunidad ante la FIRS

El secretario general de la Federación Internacional de Patinaje (FIRS), el italiano Roberto Marotta, ha aceptado esta madrugada en Fresno (Estados Unidos) un acta de apelación presentada por la Federación Catalana contra la decisión del comité ejecutivo de sacar del orden del día de la asamblea la votación para la admisión o no de esta federación en el órgano internacional.

El comité central de la FIRS había rechazado con una votación secreta (6 contra 3) que la Federación Catalana fuese admitida en el orden del día de la asamblea.

Inicialmente estaba previsto que la Ejecutiva tratase el recurso de la Federación Española contra los acuerdos suscrito en marzo en Miami, en los que se incluía provisionalmente a la Catalana en el seno de la FIRS.

La ejecutiva se saltó el guión del orden del día y tras deliberar sus miembros, sin estar presente el presidente, Isidro Oliveras de la Riva, por voluntad propia para no cohibir el voto, finalmente se adoptó que ni Cataluña ni Gibraltar estuviesen en el paquete de países que al día siguiente debían someterse a la votación de la asamblea para su ingreso en la FIRS.

Una vez conocida la decisión del comité central de la FIRS, además de propiciar la dimisión del Oliveras de la Riva, la Catalana anunció que recurriría el acuerdo, mediante el abogado belga Jean Louis Dupont, conocido por la 'sentencia Bosman'.

"Muchos errores"

En sus argumentaciones, Dupont explicó que la FIRS había cometido "muchísimos errores y violaciones" de su propia normativa, y enumeró dos: el principio de la defensa y un error en la aplicación de los estatutos de la FIRS.

Acerca de la primera vulneración, Dupont sostiene que la FIRS "violó de forma extraordinaria" el principio de la defensa porque la Federación Española presentó un recurso y no tuvo la ocasión de "defenderlo ante la ejecutiva", cuando así estaba previsto, mientras que de la Catalana, la comparecencia ante el comité central "era la única posibilidad de restablecer el equilibrio en el defensa". En el orden del día alterado por los propios miembros de la FIRS, la Española debía defender oralmente su recurso y posteriormente la Catalana disponía de la oportunidad de argumentar sus tesis. La Española tenía de una réplica posterior.

Para el letrado belga, el comité ejecutivo de la FIRS "ha leído mal sus propios estatutos" al referirse al artículo 3, párrafo 4, que trata de la admisión de nuevos miembros: "Para ser admitido como miembro de FIRS, una federación deberá presentar su solicitud, incluyendo una copia de su Constitución, la cuota de admisión y cualquier otra información necesaria".

"Después de la debida investigación, el comité central presentará la demanda junto con su opinión al siguiente congreso para su ratificación", continúa el artículo, en que existe la siguiente excepción: "El comité central puede otorgar afiliación provisional si reúne todos los requisitos. Es el congreso el que finalmente decide la afiliación".

Amparándose en este redactado, Dupont sostiene que sólo "a la asamblea general" le corresponde "admitir o expulsar miembros", y señaló que ésta es "una regla absoluta del derecho de asociación en cualquier país".

"Por lo tanto, tendrían (el comité central) que haber realizado un informe y que la asamblea hubiese decidido. Hicieron una cosa que no viene escrita en los estatutos. En cambio, lo que viene escrito en los estatutos es que cualquier decisión del comité central se puede apelar delante del congreso", recordó Dupont.

De esta forma, después de redactar el acta de apelación, el letrado belga junto al presidente de la Catalana, Ramon Basiana, han entregado esta madrugada al secretario general de la FIRS la apelación. El dirigente italiano no ha sido muy receptivo inicialmente, aunque al final ha recogido el documento.

Segunda oportunidad

Así, la asamblea de la FIRS tratará el 'caso catalán', lo que abre de nuevo las puertas a la Federación Catalana para su reconocimiento en el ámbito internacional. Dupont ya ha avisado que en el caso de que existan trabas, el caso acabará en el Tribunal de Arbitraje del Deporte de Lausana, "donde jueces imparciales decidirán sobre la substancia de este tema en base al derecho suizo".

"El derecho suizo otorga mucho margen de apreciación a una federación internacional, pero en cambio no le gusta nada al TAS, gracias a una jurisprudencia bien sólida, cuando se hace una jugada sucia a un miembro de una federación, y lo que se acaba de hacer a Cataluña es una jugada sucia y esto se paga. Cataluña cumplió con todo lo que había que cumplir. En medio del partido se acaban de modificar las reglas", argumentó.