Una ley estadounidense interrumpe la luna de miel de Tiger Woods
La Guardia Costera no dejó que el matrimonio permaneciera en Puerto Rico por no avisar de su llegada con cuatro días de adelanto y no tener los permisos en orden
La Ley Antiterrorismo de Estados Unidos ha arruinado la luna de miel del golfista Tiger Woods y su esposa, la modelo noruega Elin Nordegren, cuando las autoridades federales le impidieron permanecer en la isla caribeña de Puerto Rico. El portavoz de la Guardia Costera de Estados Unidos en San Juan, el teniente Eric Willis, ha explicado que la embarcación no había cumplido con los requisitos establecidos por la nueva ley antiterrorista, que entró en vigor el pasado 1 de julio, y requiere que "toda embarcación que venga de fuera de Estados Unidos avise con por lo menos 96 horas de antelación" para poder usar cualquier puerto estadounidense o sus territorios, según ha explicado Willis.
Woods y Nordegren se casaron el pasado 5 de octubre en Barbados y están disfrutando en su luna de miel de un paseo caribeño en el lujoso yate Privacy, propiedad del golfista. Debido a problemas con el combustible, la nave decidió parar en el puerto de San Juan, donde estuvo unas tres horas, mientras los oficiales entrevistaban al capitán. Pero, durante una patrulla rutinaria, efectivos de la Guardia Costera se dieron cuenta de la presencia del enorme yate, por lo que al confirmar que no esperaban su llegada, decidieron intervenir con la tripulación. "No se les permitió bajar a tierra. No tenían los documentos al día. Permanecieron poco más de tres horas antes de ser escoltados", ha explicado el teniente Willis.
A pesar de que se permitió a la embarcación reabastecerse con 8.000 galones de gasolina, Woods no recibió permiso para bajar y dar un paseo por las calles del Viejo San Juan, junto a su esposa. La tripulación y la embarcación se expone a multas que podrían llegar o superar los 25.000 euros, dependiendo de la acción que tome la Guardia Costera. Willis ha afirmado que con los permisos en orden, Woods hubiese podido tocar suelo puertorriqueño sin ninguna dificultad, aunque siempre dependería del espacio disponible en el puerto. El oficial ha asegurado desconocer el rumbo tomado por la embarcación.
