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FÚTBOL | Segunda jornada de Liga

El 'cuponazo' de Rodríguez Santiago

Athletic de Bilbao y Valencia empatan a dos en un partido definido por la pésima actuación del árbitro

Al Athletic de Bilbao se le ha escapado esta tarde una victoria que era suya hasta los instantes finales. El Valencia, que comenzó el partido desorientado, fue cogiendo ritmo a medida que su entrenador, Claudio Ranieri, daba paso a los teóricos titulares. Pese a todo, el protagonista del choque fue el árbitro, Rodríguez Santiago, que cometió dos errores inaceptables para el nivel teórico de un árbitro de Primera.

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Ranieri tentó a la suerte en su alineación y ésta le devolvió una bofetada en forma de goles del Athletic en la primera parte del partido que abría la segunda jornada liguera. El preparador italiano rindió visita a San Mamés, dejando fuera de la convocatoria a Mista, máximo goleador valencianista la pasada temporada, y a Rubén Baraja, su motor en el medio del campo. Para más inri, Vicente, goleador con la selección, tuvo que comenzar calentando banquillo junto a Pablo Aimar.

La apuesta italiana no le dio los mejores resultados al técnico italiano, que pronto vio como Isma Urzaiz batía a placer a Cañizares y dejaba en entredicho la fiabilidad de sus centrales, que se dejaron ganar la espalda tras un centro templado de Etxeberria desde la zona derecha. Una zona que, por cierto, no fue la destinada en principio para el extremo de Elgoibar, que tuvo que conformarse con el perfil izquierdo por la presencia de Javi González por la derecha, aunque tuvo mayor presencia el lateral Iraola.

El Valencia se mostraba inoperante en todo caso, dándole una tranquila jornada al meta Aranzubia y al nuevo presidente rojiblanco, Fernando Lamikiz. En vez de pensar en atacar, los valencianos tenían que estar pendientes de la movilidad de Fran Yeste, que desorientaba una y otra vez al doble pivote visitante. Y dejar a un jugador de esa clase suelto provocó que los bilbaínos pudieran haber aumentado su cuenta antes del penalti que dio el 2-0 del descanso. Un penalti que, por cierto, queda un escalón por debajo de lo calificable como light, aunque Rodríguez Santiago no dudó en señalarlo a pesar de las protestas del Valencia.

Vista la primera parte, era difícil que el Valencia pudiera jugar peor, más aún con la presencia en el terreno de Aimar, golpeado en su primera intervención, pero gran artífice del nuevo aire de los de Ranieri tras la reanudación. El argentino oxigenó la ofensiva de su equipo, que hasta entonces suficiente tenía con mantener la compostura defensiva. El otro gran motivo para la mejoría visitante fue la solitaria situación de Albelda en la medular, que se bastó para tapar a Yeste con la ayuda de los centrales.

Sin embargo, la reacción no estu completa sin la salida de Angulo y Vicente, a la postre decisivos, aunque no tanto como el fulgurante Rodríguez Santiago, al que le ha valido un partido para lanzarse al estrellato. ¿Se puede entender que él y su asistente no vieran lo que vio todo el mundo? El hecho en cuestión es un gol de Di Vaio, el 2-1, conseguido después de ayudarse de su brazo izquierdo para controlar el balón. Decir que fue clara la infracción es quedarse corto, pero el árbitro pareció querer compensar el garrafal fallo en el penalti de Iraola. Realmente impensable suponer que no lo viera.

Con el empate a fallos llegó más tarde el empate a goles tras enmarcar Angulo su partido con un gol que puso el definitivo resultado pese a los constantes intentos de Yeste y Tiko en los lanzamientos de falta desde la frontal.

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