España debuta en baloncesto con un arrollador triunfo ante China

La buena imagen que dejó España en sus partidos preparatorios se ha visto consolidada hoy en su debut olímpico. Al otro lado de la cancha aguardaba China, un rival que había metido el miedo en el cuerpo a los españoles, que habían estudiado con atención los vídeos de sus últimos partidos. Pero, en cuanto sonó el pitido inicial, España ejerció de favorito, papel que no abandonó a lo largo de todo el encuentro, eso sí, con altibajos.

Así, la selección atravesó pequeñas dificultades hasta que acopló su defensa al juego del gigante Yao Ming -2,26 metros-, el hombre más temido de la formación asiática, y hasta que Pau Gasol, la estrella española y de la NBA, tomó las riendas, aunque siempre apoyado en una excelente defensa colectiva y, luego, en la valiosa aportación de Felipe Reyes.

Los minutos que el equipo dirigido por Mario Pesquera necesitó para ajustar la defensa supusieron una tremenda amenaza para el juego interior, ya que las siete primeras faltas personales cayeron sobre los pivots: dos para Gasol, otras dos para Jorge Garbajosa y tres para Dueñas, que apareció en la pista en el arranque para dar tiempo a que Gasol cortase una pequeña hemorragia nasal.

La sociedad Gasol-Reyes

Juan Carlos Navarro, a pesar de todas esos escollos, firmó las tablas en el primer cuarto (18-18) y, a partir de ese momento, España impuso un dominio que, prácticamente, sacó a China del partido. 11 puntos de Gasol en el segundo tramo, combinados con las intervenciones de Reyes a ambos lados de la pista, anularon a los chinos, desconectados de Ming dentro la zona gracias a zona española. Un parcial de 1-13 (23-35 m.16) distanció a los subcampeones de Europa ante la impotencia de asiática.

España aterrizó en el descanso con una suculenta ventaja (30-42) y puso una renta de 15 tantos con un triple de Gasol en el arranque del tercer cuarto. China recurrió entonces a la línea exterior para recuperar terreno. Dos triples de Fangyu Zhu lograron despejar la pintura para Ming y, de esa forma, estrechar algo la brecha abierta en el marcador (40-48 m.25).

Sin embargo, los dos contra uno sobre el gigante de los Houston Rockets, perfectamente leídos por los jugadores españoles, y la diversidad defensiva de su retaguardia acabaron con Ming en el banquillo y con Menke Batere, el pívot de los Toronto Raptors, en el eje de la línea interior china. Atrás habían quedado los problemas con las personales, perfectamente resueltos con la vocación reboteadora de Carlos Jiménez, el sacrificio de Garbajosa y la inmensidad de Gasol.

El tercer tramo aumentó aún más la sensación de poderío de la selección hispana, reflejada en un nuevo estirón del resultado (43-59) que no sería el definitivo. El último periodo acabó de certificar la superioridad española (43-67) y el sometimiento de China, totalmente desbordada desde mucho antes por un adversario que aprovechó la recta final para hacer debutar a Iker Iturbe y Oscar Yebra. El próximo escollo de España en su camino hacia las medallas será Argentina, a la que se enfrentará el próximo martes a partir de las 19.00 (hora española).