Queiroz arriesga en la defensa y gana al Villarreal (2-1)

Las lesiones de Rubén, Pavón y Zidane, así como la sanción a Helguera han obligado esta tarde a Carlos Queiroz a alinear un once imaginativo e inédito. Y la jugada le ha salido bien. Álvaro Mejia, de 22 años, ha debutado con nota en Primera, haciendo pareja con Rubén Bravo en la defensa del Real Madrid. Enfrente, el Villareal, que adoptó el rol de víctima desde el primer minuto de juego y lo pagó caro. Primero, un gol de Solari a pase de Figo y, ya en el segundo tiempo, un zarpazo de Ronaldo desde fuera del área, sentenciaron el encuentro.

Cuando el portugués llegó al club de Chamartín le dijeron que el bueno era Rubén. Queiroz detectó rápidamente lo que había en la cantera. Y comienzan a llegar sus éxitos. Hasta la fecha, el pueblo de Las Rozas era conocido porque allí residen muchos futbolistas del club. Desde hoy, el pueblo ha puesto un chico en el once del Real Madrid. Porque Mejía estuvo extraordinario al lado de Raúl Bravo. Solvente, rápido, con criterio, el chaval se llevó el merecido aplauso del público por su entrega y calidad. También dio el testigo a Juanfran.

El Real Madrid firmó un notable primer tramo. Serio atrás, con el ojo clínico de Queiroz apostando por Mejía de inicio, el Madrid siempre mantuvo el control del balón y sobre todo una circulación perfecta hacia las bandas donde tanto Figo como Solari desbordaron en el uno contra uno con suficiencia a Arruabarrena y Belletti respectivamente.

Sin Zidane, maestro de maestros, curiosamente el mapa táctico del equipo mejoró de forma sustancial. El Madrid ganó en profundidad en los costados. Y de eso, por supuesto tienen buena culpa Beckham y Guti, una pareja

que ya llamó la atención ante el Valencia y que hoy volvió a dar fluidez al equipo. Cada día que pasa se ve al Madrid más trabajado. Basta ver las ayudas, el sacrificio del debutante Mejía, quien se echaba a ayudar a Michel Salgado a la banda cuando aparecía por allí Jose Mari. O basta ver la disposición defensiva cuando el Madrid lanza los córners.

De una acción coordinada, con una hermosa pared con Figo, llegó el primer gol de Solari. Un tanto que llevó más calma al equipo de Queiroz y que dejó aturdido al Villarreal. No tuvo hoy el equipo de Benito Floro la habitual y buena salida del balón que suele dar Quique Alvarez desde atrás.

El Villarreal intentó salir a la contra. Con balones en largo, bien de Battaglia o Riquelme con un destino claro: balón en profundidad hacia Anderson, quien se encontró bien con la atención de Raúl Bravo, de Mejía o de Iker, leyendo el partido para salir al quite en cualquier momento.

En el segundo tiempo, al Villarreal no le dio tiempo ni a ordenar sus ideas. A las primeras de cambio, le cayó el bombazo de Ronaldo, quien mandó a la red un misil desde fuera del área. Fue la tumba ya del Villarreal, uno de los equipos que con mayor respeto ha jugado al Madrid este año en el Bernabéu. Hasta la fecha, lo normal en este estadio es que los rivales venían con valentía. Aunque eso sí, todos han perdido. En el Bernabéu sigue sin ganar nadie.

Queiroz quiso dar entrada a otro de sus preferidos: Juanfran. Otro juvenil que viene apretando desde que vino del Mundial sub'20. Cumplió también, aunque en el único error de atención del Madrid en la recta final llegó el tanto de Ballesteros. El Madrid mandó en todo momento. Reina volvió a salvar la goleada con intervenciones memorables y el Real Madrid se acuesta líder a la espera del partido que jugara mañana el Valencia contra Osasuna.