Boris Becker, condenado a dos años de prisión por delito fiscal

Un tribunal de Múnich ha condenado a dos años de prisión por evasión de impuestos al tenista alemán Boris Becker, que arrastraba desde hace varios años una investigación por fraude fiscal. El que fuera ídolo de muchos alemanes no tendrá que ingresar en la cárcel, ya que la reducida pena sólo implicará la libertad bajo vigilancia y una multa de 300.000 euros.

La Audiencia de Múnich ha declarado culpable al popular tenista, pero ha rebajado las pretensiones de la fiscalía, que solicitaba tres años y medio de prisión, con lo que Becker sí hubiera tenido que ir a la cárcel.

En un intento a la desesperada de conseguir una pena más leve para un fraude reconocido por el propio tenista, su abogado defensor puso sobre la mesa del juez un argumento totalmente extrajurídico: la popularidad de Boom-Boom. 'La opinión pública no entendería una pena más elevada que la libertad condicional', señaló hace unos días Jörg Weigel.

El que fuera tres veces ganador de Wimbledon ve arruinada a los 34 años una carrera brillante, después de confesar que desvió sus beneficios a través de la domiciliación en Mónaco, a pesar de que su residencia habitual está en Múnich. La justicia considera que evadió impuestos por un valor de 1,7 millones de euros entre 1991 y 1993.