Los accionistas del Sevilla aprueban la recalificación del estadio Sánchez Pizjuán
El club busca una solución económica para evitar la disolución
La junta general de accionistas del Sevilla FC, que estuvo reunida durante toda la tarde de ayer, ha ratificado el convenio con el Ayuntamiento para recalificar el estadio Ramón Sánchez Pizjuán y la Ciudad Deportiva, como solución económica para el club al estar, según sus dirigentes, "en riesgo de disolución".
El concierto urbanístico, apoyado por los principales accionistas, ha sido respaldado por el 85,79 % del capital representado -3,8 millones de euros-, mientras que el 8,99 ha votado en contra -401.940 euros-, el 3,51 se abstuvo -156.780- y el 1,71 no ha emitido su voto -76.620 euros-.
En esta junta extraordinaria, en la que han estado representados 4.318.740 euros de los 6,2 millones que forman su capital, lo que supone un 69,57 %, tenía como punto principal la dimisión del presidente Roberto Alés y su relevo por José María del Nido como único candidato que se presenta, aunque los mayores momentos de crispación se han vivido en el debate del concierto urbanístico.
El consejo saliente y Del Nido han afirmado que así se recalifican unos terrenos que, por su actual calificación, apenas tenían valor y que ahora pasarán a ser un gran activo patrimonial, y que es la única solución viable para el club, pero los pequeños accionistas se han opuesto al alegar que acarrea irremisiblemente la venta del estadio y la marcha al Olímpico.
Alés ha respondido que "el convenio le conviene al Sevilla", aunque ha admitido que no sabe "cuál va a ser su futuro, pero en este momento tiene dos activos que no valen absolutamente nada", al tiempo que exigió "soluciones reales" a los críticos con este acuerdo.
El vicepresidente saliente, José María Cruz, ha sido aún más claro al señalar que no desea irse al Olímpico, pero ha aseverado que dada la deuda existente están "en cauces de disolución" y ha desvelado que hace cuatro días el Consejo Superior de Deportes les notificó que no acepta la revalorización de los activos contables del club que se aprobó en la última asamblea, por no estar debidamente acreditada.
Aumento de la crispación
Con el aumento de la crispación en los accionistas de base, para quien el convenio supone dar un "cheque en blanco" al Ayuntamiento y la "sentencia de muerte" del estadio, Del Nido ha intervenido antes de su elección y ha dicho que "el club está al borde de la desaparición real por superar su deuda la mitad del capital- y necesariamente debe adoptar soluciones traumáticas que a nadie nos gustan".
"No utilicemos la demagogia con el Sánchez Pizjuán. Defiendo seguir en el estadio, pero estamos inmersos en causa de disolución y hay dos soluciones: o ampliar el capital social o activar nuestro patrimonio, para lo que la única salida es aprobar el convenio", ha subrayado Del Nido, que ha recordado que el Ayuntamiento también puede expropiar y entonces el club no tendría estos beneficios.
Ha añadido que "para echarnos sin acuerdo hacen falta agallas políticas, cojones, y para hacerlo con el convenio aprobado tiene que existir lo mismo, y mientras sea presidente no me van a echar".
Plan Especial
El polémico acuerdo estipula que en el nuevo PGOU los terrenos del estadio se ordenarán por un Plan Especial que recoge una edificabilidad, si se decide venderlos, de 46.000 metros cuadrados para usos no deportivos, como ahora, y para hasta 130 viviendas.
Las 25 hectáreas de la Ciudad Deportiva, no urbanizables, se calificarían como suelo urbanizable que pasaría a propiedad del Ayuntamiento, a cambio de su cesión gratuita al club por cincuenta años y de la concesión de otros terrenos urbanizables en otra zona de la ciudad y con la misma volumetría de edificabilidad prevista.
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