El Barcelona suspende el examen ante el Osasuna

El Barcelona suspendió hoy sin paliativos el examen con que había retado Rexach a sus jugadores después de la supuesta juerga en Madrid la víspera de caer con el Rayo. El equipo catalán ha caído derrotado ante el Osasuna (0-1) en un Camp Nou que le ha despedido con pañolada.

El equipo azulgrana jugó un partido lamentable de principio a fin, en el que no se vio en ningún momento la rabia y el espíritu de revancha que Rexach esperaba de sus jugadores.

Y ello llevó a que los tímidos silbidos con que fueron acogidos los barcelonistas al saltar al césped fueran acrecentándose poco a poco hasta ser despedido el equipo con una masiva bronca, acompañada de una pañolada que recordó los peores tiempos recientes en el club catalán.

El equipo que entrena Miguel Angel Lotina, con una defensa de cinco hombres en línea, supo tapar las penetraciones por la banda de los laterales barcelonistas, lo que parecía gran descubrimiento del técnico azulgrana Carles Rexach en los últimos partidos.

Ante la ausencia en el ataque de Patrick Kluivert, uno de los referentes del Barcelona, y la desafortunada actuación de Rivaldo, sólo la movilidad y habilidad en el uno contra uno de Javier Saviola se salvaron de la mediocridad general en la primera parte.

Fruto de ello es que sólo hubo en los primeros 45 minutos un par de ocasiones de peligro, ambas del Barcelona, y la mejor de ellas fue fruto de un lanzamiento de esquina que, tras peinar Frank de Boer, fue rematado a bocajarro por Philippe Christanval, pero su cabezazo fue sacado bajo los palos por un defensa 'rojillo'.

La otra acción fue fruto de una genialidad precisamente de Saviola, que se deshizo con un quiebro de Jusué, tras lo que su disparo salió desviado a córner por otro defensa.

Osasuna empezó a creer en sus posibilidades de ganar el partido y a enseñar las uñas mediada la segunda mitad. El australiano Aloisi estuvo a punto de marcar en un remate de cabeza y poco después llegó el desastre.

El Camp Nou acabó de estallar cuando Osasuna se adelantó en el marcador, gracias a una jugada personal de Alfredo, que él mismo culminó batiendo a Reina tras hacer la pared con Iván Rosado en el minuto 82.

A partir de entonces, los errores constantes de los azulgranas y las protestas masivas del público se adueñaron del coliseo barcelonista, que llegó a corear con 'oés' los rondos con que en los últimos minutos los osasunistas humillaron a los catalanes.

Athletic y Deportivo de la Coruña aburrieron en el paréntesis liguero que supuso el encuentro que les enfrentó hoy en San Mamés y que terminó con empate a uno, con goles de Djalminha y Ezquerro, como perfectamente pudo hacerlo sin goles.

El choque, otras temporadas de gran impacto en Bilbao, había quedado un tanto descafeinado, ya que por mor del calendario se encontraba incrustado entre los dos compromisos de las respectivas semifinales de Copa del Rey que ambos equipos han tenido que acometer esta semana.

Ya desde el principio el encuentro confirmó las peores expectativas que en los días previos se aventuraban, la de que el Athletic está más concentrado en alcanzar la final de Copa -por primera vez tras 17 años- que en apuntalar su privilegiada posición liguera -a las puertas de un puesto para la Liga de Campeones- y que el Depor no está para demasiados trotes fueras de casa.

Más pecado tenía el conjunto blanquiazul que el rojiblanco, ya que en el Deportivo hoy era el día de los presumibles titulares, y especialmente Makaay, que erró de manera inexplicable en el minuto 18 un disparo franco dentro del área que se fabricó él mismo al superar en el uno contra uno en el borde del área a Larrainzar.

Esta fue la principal ocasión para marcar del conjunto visitante de unos primeros cuarenta y cinco minutos en los que apenas sumó cuatro llegadas con cierto peligro.

Comenzó la segunda parte por los mismos derroteros y quedaba claro que sólo acciones ajenas al guión del encuentro podrían cambiar las cosas. Y así ocurrió, ya que fue una jugada de rebote la que motivó que se abriese el marcador. Lo hizo Djalminha al recibir un balón rechazado de un defensa que se interpuso en el pase de Makaay al media punta brasileño, que fue quien inició la jugada.

Si fue un rebote el que permitió que se abriese el marcador, un error garrafal en la salida del balón del equipo visitante permitió al Athletic empatar. Ezquerro fue el que aprovechó el regalo que le dejó sólo ante Molina.

El Mallorca volvió a saldar por segundo año consecutivo su visita a Mendizorroza con una sonrojante goleada (0-4) y, gracias a esta exhibición, remonta el vuelo en la tabla clasificatoria a costa de un vulgar Alavés, que rubricó una de sus peores actuaciones desde su retorno a la máxima categoría.

El Sevilla fue muy superior a un Espanyol al que goleó 3-0 en la segunda mitad con dos tantos de Moisés y uno de su jóven figura, Reyes, con lo que enlazó dos triunfos, ambos en casa, que le acercan más a la permanencia y también a los puestos UEFA.

Con su llegada al banquillo del Zaragoza Luis Costa hizo regresar el fútbol al estadio de La Romareda y, con él, la sonrisa a los aficionados zaragocistas, ávidos de que su equipo recuperara no sólo la senda de las victorias, sino también el juego de calidad que siempre le ha caracterizado.

La apuesta del técnico alicantino por Aragón, el único jugador que tiene como auténtico creador nato, la recuperación del brasileño Jamelli, a quien Rojo tenía sometido al ostracismo y de cuyas botas nacieron dos goles, además de la vuelta de un Savo Milosevic que anotó dos goles, fueron la causa de que el Rayo viera cortada la impresionante racha que llevaba.

Valladolid y Málaga rivalizaron en desaciertos y ofrecieron un pobre espectáculo, con amontonamiento de hombres en el centro del campo, vigilancia muy estrecha y apenas oportunidades de llegar al área rival (0-0).

El cuadro vallisoletano trató de mover el balón con buen criterio sacándolo desde atrás, pero sus acciones se vieron cortadas de raíz por la "pegajosidad" en los marcajes del rival, con lo que el balón se paseó de un lado para otro sin opciones de remate para los delanteros de ambos equipos.

El Villarreal rompió la racha de siete partidos sin ganar al imponerse por un agónico 2-1 a un Tenerife que se hunde en la zona de descenso y con un protagonista de excepción en las gradas, su delantero, Martín Palermo, que regresó este fin de semana de Argentina para continuar su recuperación.

El Betis ha frenado la euforia del Real Madrid y ha impedido que se escape de sus rivales en un partido en el que ambos equipos perdonaron más de la cuenta, incluido un penalti que erró el argentino Gabriel Amato para el cuadro sevillano.

Juanito, con un preciso testarazo en el minuto 89, castigó a un Real Madrid que volvió a fallar en la sentencia y remedió los errores de Amato, que falló una clara ocasión en la primera parte y un penalti en el minuto 74.

Y es que el Real Madrid parece empeñado en complicarse la vida en todos los partidos. Superó el susto del balón al palo del argentino y aunque su fútbol fue espeso durante 39 minutos tuvo opciones para rematar la contienda tras el gol de Iván Helguera.

Pero tras el descanso, el Real Madrid, en vez de sentenciar, comenzó a gustarse, quizá demasiado, pero lo cierto es que tuvo un cuarto de hora de fantasía, con buen fútbol y otra vez ocasiones.

A pesar de todo, el Betis, que había hecho un alarde de solidaridad, de trabajo en equipo, de magníficas coberturas, con un Joaquín que se quiso doctorar en el Bernabéu, no se rindió.

Al final, el Betis acabó encerrando a un Real Madrid que se dedicó a defender el gol de Iván Helguera como si fuera oro y que se encontró al final con el tanto del canterano Juanito, con lo que ponía rúbrica a su gran actuación y a la de todo el equipo.