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FÚTBOL

El Bayer de Múnich arrebata al Boca Juniors la Copa Intercontinental

La final de Tokio se resolvió en la prórroga con un gol de Kuffour

Un gol del defensa ghanés Samuel Kuffour, en la prórroga, dejó al Boca sin el título Intercontinental por el que luchó en inferioridad desde el final del primer tiempo, cuando fue expulsado Marcelo Delgado, frente a un Bayern Munich que, sin hacer muchos más méritos que el rival, recupera un título que no ganaba desde hacía cinco lustros.

Kuffour resolvió a última hora un partido marcado por los temores de ambos conjuntos, que tuvieron como principal objetivo mantener el balón alejado del área propia, y por la expulsión de Delgado.

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El Boca, curiosamente, se encontró en desventaja cuando más cerca estuvo de inaugurar el marcador. Fue en el minuto 45, cuando Juan Román Riquelme rompió con un pase entre líneas la defensa alemana, dejó solo a Marcelo Delgado frente a Oliver Kahn y éste, tras intentar el regate al guardameta, se dejó caer en el área.

Delgado, que había sido amonestado en el minuto 19 por protestar, se ganó la segunda tarjeta amarilla y dio a Bianchi motivos para armar un equipo más defensivo en el descanso.

Hasta entonces, el campeón sudamericano, que tuvo que variar su formación inicial al cuarto de hora por la lesión de Jorge Martínez, había controlado sin demasiados apuros al Bayern, que no creó más peligro que un remate de cabeza del brasileño Geovane Elber, tras un disparo del británico Owen Hargreaves.

Actuación notable de Riquelme

Aislados Elber y el peruano Claudio Pizarro en el ataque, el conjunto de Carlos Bianchi sorprendió en un par de ocasiones al contragolpe al campeón europeo, gracias a la movilidad de Riquelme por todo el frente del ataque y a la rapidez de Guillermo Barros Schelotto, pero en ambas Delgado no estuvo acertado.

Con un hombre menos, el Boca perdió capacidad para sorprender al contragolpe, pero no pasó muchos más apuros, porque el Bayern no buscó más forma que imponer su superioridad física para desbaratar la zaga argentina.

Eso y el acoso y derribo a Román Riquelme, que a menudo perseguido por hasta tres jugadores del Bayern, apenas pudo evitar que, cada vez que le llegase el balón, sufriese una falta.

El Bayern no llegó con claridad a la meta de Oscar Córdoba hasta el minuto 82, cuando Pizarro se quedó solo ante el meta colombiano, pero su disparo fue rechazado con el pie por el arquero.

No hubo más ocasiones, el acoso alemán fue infructuoso e, incluso, el Boca dispuso de una última ocasión, para evitar la prórroga, pero Oliver Kahn despejó el golpe franco lanzado desde un lateral por Riquelme.

El equipo de Bianchi, entonces, no pudo evitar que la prórroga se jugase en un solo campo con Carsten Jancker, que había entrado en el tramo final de la segunda parte, como protagonista.

El gigante alemán a punto estuvo de dar el título a su equipo, pero su primer disparo franco lo detuvo Córdoba y un posterior remate de cabeza suyo salió ligeramente desviado.

Con la tanda de penales en mente, el Boca se dedicó a defender casi al borde de su área el empate, expuesto a que cualquier jugada desgraciada, cualquier rebote le dejase sin opciones de alzar el trofeo.

Y eso ocurrió en el minuto 110, cuando el ghanés Samuel Kuffour aprovechó el único error de Oscar Córdoba, a la salida de un saque de esquina, para rematar un balón que había despejado bajo palos Clemente Rodríguez.

No hubo tiempo para más. El campeón argentino tenía demasiado mermadas las fuerzas y la moral para buscar el empate, para ofrecer a su técnico, que abandonará el club al final de diciembre, la posibilidad de convertirse en el entrenador con más títulos internacionales de la historia.

AP
Riquelme y Hargreaves luchan por el balón durante el partido disputado en Tokio.
Riquelme y Hargreaves luchan por el balón durante el partido disputado en Tokio.EPA

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