El Barça se deshace del Fenerbahce en tres minutos (0-3)
El conjunto de Carles Rexach ha gustado por fin a su afición y ha conseguido ante el Fenerbahce (0-3) comenzar con buen pie en la Liga de Campeones.
Tres minutos bastaron para que el conjunto catalán se hiciera con el control del marcador. Un tanto de Patrick Kluivert, en el minuto 25, y otro de Patrik Andersson a la salida de un córner enmudecieron las ruidosas voces de los aficionados turcos que vieron cómo su equipo no tuvo nunca opciones a la victoria.
Rexach, fiel a sus principios, dejó en el banquillo a Javier Saviola y construyó su equipo a partir de una ordenada defensa y una férrea presión en el centro del campo. En ataque, Geovanni Deiberson, el único extremo, jugó a muy buen nivel y el Barcelona se cansó de tejer una tela de araña a base de multitud de pases hasta concretar las opciones que tuvo ante Rustu.
Luis Enrique, en el minuto 3, fue el primero que pudo desequilibrar en un remate franco, mientras que sólo el yugoslavo Nikola Lazetic dio alguna sensación de peligro ante la ausencia del ex céltico Haim Revivo, anulado por Puyol.
El trabajo de Fabio Rochemback en el centro del campo, ¡ junto con la fortaleza de la pareja defensiva Christanval-Andersson y el desequilibrio de Geovanni dieron siempre ventajas al Barcelona que vio cómo Kluivert concluyó una buena asistencia de Rochemback en el 24 para marcar el 0-1.
Sin tiempo para reaccionar, los de Rexach apuntillaron al rival. Andersson se encontró con un balón a la salida de un córner y mandó el balón a la red. El 0-2 en tan sólo 28 minutos dinamitó un partido que el Barcelona manejó después con maestría ante el atolondramiento de los turcos que pudieron ceder dos nuevos tantos en jugadas de Rochemback (m.34) y Luis Enrique (m.43).
En la segunda parte, el Fenerbahce apretó los dientes, pero su fútbol directo se diluyó con el paso de los minutos. Saviola entró por Geovanni en el minuto 56 y el Barcelona lució un fútbol brillante en algunos momentos.
La presencia de Saviola creó más problemas a la insegura defensa local y "El Pibe" aprovechó un clamoroso error de Umit para regatear a Rustu y marcar el 3-0 para su equipo. Cuatro minutos después, en el 70, se produjo un apagón en el estadio y el juego estuvo detenido durante 22 minutos.
En la reanudación nada cambió, el Barcelona jugó a no arriesgar y a intentar mantener a cero su portería y lo consiguió después de firmar un buen partido.
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