Los toros solo embisten en las pantallas de cinco televisiones autonómicas

A pesar de vetos ilegales, huidas sin explicaciones, quiebras económicas, furibundos ataques de animalistas y políticos antitaurinos, los toros mantienen una presencia que bien pudiera ser calificada como sobresaliente en las televisiones públicas de cinco comunidades autonómicas, a las que se une Castilla y León TV, de capital privado.

Castilla-La Mancha, gobernada por el PSOE, y Andalucía, Madrid, Extremadura y Aragón, con mayoría del PP, son las únicas que cumplen la legalidad vigente y difunden, promueven y enaltecen la fiesta de los toros, patrimonio cultural de este país.

El resto de las televisiones autonómicas —las de País Vasco, Cataluña, Galicia, Canarias, Islas Baleares, Principado de Asturias, Comunidad Valenciana, Región de Murcia, Ceuta y Melilla— ha optado por no prestar atención a la fiesta de los toros; llama la atención, no obstante, que los gobiernos de Valencia y Murcia han apoyado la creación del Premio Nacional de Tauromaquia alternativo tras la supresión del Ministerio de Cultura, pero los toros no tienen cabida en sus pantallas. Castilla y León y Cantabria, que completarían el grupo de las nueve ‘comunidades taurinas’, no cuentan con canales propios.

El equipo de Castilla-La Mancha Media, liderado por José Miguel Martín de Blas, emitió en 2024, 68 festejos taurinos: 26 corridas, ocho espectáculos de rejoneo, 13 novilladas con picadores, 18 sin caballos, 2 festivales y un espectáculo de recortadores. Las previsiones para la presente temporada son similares, con la excepcionalidad de que sus cámaras estarán presentes en 11 corridas de la Feria de San Isidro, entre las que se incluyen las de Beneficencia e In Memoriam.

La Generalitat Valenciana y Murcia apoyan la creación del Premio Nacional de Tauromaquia pero vetan los toros en sus canales de televisión

Enrique Romero, la cara visible de los toros en Canal Sur TV, destaca el alto nivel de audiencia —una media del 12% de share y más de 300.000 espectadores por festejo— de los 63 espectáculos que retransmitió el pasado año la televisión andaluza, con un apoyo especial a las novilladas de promoción y 20 corridas de toros.

“Para esta nueva temporada, el planteamiento será muy parecido a tenor de los buenos resultados obtenidos”, añade. La cadena seguirá apoyando los toros ante su tirón de audiencia, y volverá a retransmitir los ciclos de novilladas con caballos de la Fundación Toro de Lidia y de las Escuelas Taurinas de Andalucía, “además de muchos otros que se programarán a lo largo del año”, concluye Romero.

Telemadrid ha dado este año la campanada con el anuncio de que estará presente en todos los festejos de la Feria de San Isidro, a los que hay que añadir las corridas de la Copa Chenel y las novilladas del Circuito de Madrid, organizado por la Fundación Toro de Lidia. En total, en torno a los 45 espectáculos taurinos en la actual temporada.

Ya en 2023 retransmitió 15 corridas del ciclo isidril, y repitió el mismo número en 2024, a las que sumó 11 festejos de la Copa Chenel, dos corridas benéficas, tres novilladas y el festival celebrado el 1 de diciembre en la plaza de Vistalegre.

Aragón TV retransmitió tres corridas de toros el pasado año, después de una década en la que el canal estuvo apartado de la fiesta de los toros. En 2025 solo ha televisado el festival benéfico celebrado el pasado 22 de febrero en Albacete, y por el momento no está cerrada la emisión de otros festejos, según el departamento de comunicación del canal.

Canal Extremadura emitió en 2024 seis novilladas y la corrida del día de la comunidad en la localidad de Don Benito, y esas son las previsiones para esta temporada. Juan Bazaga, director de la sección taurina del Canal, justifica este escaso bagaje por el bajo presupuesto de esta televisión autonómica.

Las cámaras de Castilla y León TV estuvieron el pasado año en tres novilladas, y Carlos Martín Santoyo, responsable de los toros, señala que el planteamiento será el mismo para 2025, lo que justifica porque se trata de un canal privado que no suele retransmitir festejos taurinos por su alto coste. No obstante, hace hincapié en que el canal mantiene desde hace 30 años un programa semanal taurino, Grana y oro, que “no se interrumpió ni durante la pandemia”.

Gracias a estas televisiones autonómicas —los casos de Valencia y Murcia solo se explican desde el postureo taurino— la fiesta de los toros cuenta con un medio de difusión imprescindible para que no desaparezca de la memoria colectiva.

Telemadrid ha dado este año la campanada: estará presente en todos los festejos de la Feria de San Isidro

Y no han sido pocos y leves los sucesos que la han colocado al borde del precipicio informativo.

En primer lugar, el veto ilegal e inadmisible de TVE, efectivo desde 2016. La idea primera fue de Carmen Caffarel, directora general del ente público en 2006, año en el que decidió prohibir la retransmisión de los espectáculos taurinos; posteriormente, se televisaron corridas desde Valladolid en 2012, desde Mérida en 2013, desde Cáceres y San Sebastián en 2015 y, por último, la corrida a beneficio de Asprona en 2016. Y hasta hoy.

En 1992 apareció la plataforma de pago Canal Plus, reconvertido en Canal Toros de Movistar a partir de 2010, que ha sido el gran estandarte televisivo taurino hasta que en 2023 decidió desaparecer sin explicación alguna.

Y ese mismo año apareció Onetoro TV, que ha mantenido la ilusión hasta que en septiembre pasado tiró la toalla por razones de quiebra económica. Esta temporada solo ha estado tres tardes en las Fallas, y no acudirá ni a la Feria de Abril ni a San Isidro, y están en el aire los Sanfermines y la Feria de Bilbao.

Añádase a este cóctel, el tropel de activos grupos antitaurinos, el desapego del Gobierno central, con especial protagonismo del ministro de Cultura, y el complejo de la inmensa mayoría de los políticos al margen de su signo ideológico.

Por fortuna, los toros siguen embistiendo en televisión gracias a algunos canales autonómicos que cumplen con el mandato legal, y mantienen en el podio que le corresponde a una industria cultural que debiera recibir el mismo tratamiento que las demás.

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