La polémica azota a Karla Sofía Gascón: antiguos tuits racistas y ofensivos ponen en peligro su carrera al Oscar
Salen a la luz antiguos mensajes donde la actriz nominada por ‘Emilia Pérez’ criticaba el islam, a los musulmanes, a George Floyd o a los propios Oscar. “Lamento profundamente haber causado dolor”, se ha disculpado
Los Oscar tienen este 2025 una categoría estrella, de alto nivel y más competida que nunca: la de mejor actriz protagonista. Pero esta semana la española Karla Sofía Gascón (Alcobendas, 52 años), protagonista de Emilia Pérez, se ha complicado la carrera con una serie de comentarios y con la resurrección de antiguos tuits ofensivos que pueden influir en las votaciones finales de los académicos, que tendrán lugar a finales de febrero. Gascón lleva meses en campaña, y no precisamente discreta ni políticamente correcta. Tras años de papeles menores y como la primera intérprete trans en optar al Oscar, ha llegado a la recta final del mismo modo en que lleva promocionando su película desde mayo, cuando junto a sus compañeras de reparto —Zoe Saldaña, Selena Gomez y Adriana Paz— ganó el premio a mejor intérprete en Cannes: sin pelos en la lengua. Eso la ha hecho sobrepasar límites nada bien vistos en la políticamente correctísima Hollywood, donde todo está medido al milímetro. Y los límites han llegado en forma de una serie de tuits, de entre hace nueve y cinco años, que Gascón no había borrado y que una escritora y guionista llamada Sarah Hagi publicó en la mañana del miércoles.
Los mensajes eran alrededor de una docena, de carácter racista, sobre todo, atacando al islam, a los musulmanes y a marroquíes asentados en España. Contenían expresiones como “putos moros”. Dicen: “Cuántas veces más la historia tendrá que expulsar a los moros de España... todavía no nos hemos dado cuenta de lo que significa esta amenaza de civilizaciones que constantemente ataca a la libertad y coherencia del individuo. No se trata de racismo, se trata del islam”; “El mayor atraso de derechos está en el islamismo”; “Cada vez que voy a recoger a mi hija al colegio hay más hembras con el pelo tapado y el faldón hasta los talones. Lo mismo el año que viene en vez de inglés tenemos que dar árabe... y un cordero”.
En otro tuit, del que da fe el medio de entretenimiento Variety, se lee: “La vacuna china, aparte del chip obligatorio, viene con dos rollitos de primavera, un gato que mueve la mano, 2 flores de plástico, un farolillo desplegable, 3 líneas de teléfono y un euro para tu primera compra controlada”. También hay uno contra el afroamericano George Floyd, cuya muerte a manos de un policía generó el movimiento BlackLivesMatter: “Realmente creo que a muy pocos les importó nunca George Floyd, un drogata estafador, pero su muerte ha servido para volver a poner de manifiesto que hay quienes todavía consideran a los negros monos sin derechos y quiénes consideran que la policía es asesina. Todos errados”. Hay incluso un viejo tuit contra los Oscar, en este caso, los de 2021: “Cada vez más los Oscar se parecen a una entrega de cine independiente y reivindicativo, no sabía si estaba viendo un festival afrokoreano, una manifestación Blacklivesmatter o el 8M. Aparte una gala fea fea. Les faltó darle un premio al corto de mi primo, que es cojo”. En el propio timeline de la actriz se puede encontrar un tuit de 2019 que dice: “Hitler creía que su pueblo era divino porque pertenecía a una raza superior. Todos acabaron con él, ahora la esvástica siquiera puede reproducirse. La iglesia, el islam, etc, etc. han causado millones de muertes más a lo largo de la humanidad y ahí siguen. Da que pensar”.
it’s so insane that karla sofía gascón still has these tweets up. straight up have never seen tweets this racist from someone actively campaigning to win an ACADEMY AWARD. there are more than a dozen… pic.twitter.com/1rcNzkJXuo
— sarah hagi (@KindaHagi) January 30, 2025
Horas después, Gascón ha emitido un comunicado de disculpas a través de Netflix, que distribuye Emilia Pérez en Estados Unidos. “Quiero reconocer la conversación en torno a mis publicaciones anteriores en las redes sociales que han causado dolor”, afirma la actriz. “Como miembro de una comunidad marginada, conozco muy bien este sufrimiento y lamento profundamente haber causado dolor. Toda mi vida he luchado por un mundo mejor. Creo que la luz siempre triunfará sobre la oscuridad”. Los representantes de Gascón no han respondido a EL PAÍS sobre este asunto.
Los tuits alimentaban una polémica que empezó un día antes. El miércoles 29 se hizo pública una entrevista de Gascón con el diario brasileño Folha de Sao Paulo del 21 de enero donde explica que las personas trans son “seres humanos, con los mismos derechos y obligaciones que deberíamos tener todos”. A partir de ahí, habla con el diario también acerca de Fernanda Torres, actriz brasileña que compite en su misma categoría —y que ha alabado previamente el trabajo de Gascón y agradecido que la presentara a otros actores en Hollywood— por la película Aún estoy aquí. “Creo que es una mujer maravillosa, aparte de una actriz increíble que se merece todo el reconocimiento en este mundo”, afirma Gascón, explicando que no ha visto el largo brasileño. “Lo que no me gusta es que haya un equipo de redes sociales que trabaja alrededor de estas personas intentando demeritar el trabajo de otras, como es el mío, o el de la película, porque eso no lleva a ningún sitio. Para resaltar el trabajo de una persona no necesitas hundir el de los demás. En ningún momento me habrá visto nadie hablar mal de Fernanda Torres o de la película de Fernanda Torres, pero en cambio sí veo a muchas personas que trabajan en el ambiente de Fernanda Torres que hablan mal de mí y de Emilia Pérez. Eso habla más de ellos y que de la película de ellos que de la mía”.
Más allá de que exista un equipo que busque quitar mérito al trabajo de Gascón, o de que alguien del entorno de Aún estoy aquí haya podido hablar mal de ella, el problema está en que esos comentarios pueden suponer una violación del código de la Academia de Cine de Hollywood, de la que dependen los Oscar. Aunque la actriz envió un comunicado al medio Variety —especializado en cine, muy influyente, y que sigue al milímetro todo lo relacionado con la temporada de premios— afirmando que sus comentarios no se extendían a aquellos “directamente asociados” a Torres, sino a “la toxicidad y el discurso de odio y violencia de las redes sociales”, del que habla con asiduidad, la Academia afirma que las personas relacionadas con las películas “deben ser cuidadosos con que el impacto de sus comunicaciones públicas pueda impactar con la promoción de una película”, entre ellas compartir “información falsa o errónea de una película, actuación o logro”.
Los expertos han asegurado a la prensa especializada que no se ha llegado al límite de tal violación, por lo que su nominación no está en entredicho. Sin embargo, sí que puede complicarle una carrera que ya es muy difícil y en la que los casi 10.000 académicos votantes no solo tienen en cuenta las puras interpretaciones. Esta temporada la categoría está muy reñida, tanto que han quedado fuera grandes nombres como Angelina Jolie, Tilda Swinton, Nicole Kidman o Zendaya. Parten con ventaja Demi Moore y Fernanda Torres, que han ganado sendos Globos de Oro por La sustancia y Aún estoy aquí, respectivamente. En la terna también compiten las brillantes Mikey Madison por Anora, ganadora en Cannes; y Cynthia Erivo por Wicked, favorita del público. Este revés no solo dificulta la carrera al Oscar, sino la propia trayectoria profesional de Gascón, aupada estos días con nominaciones tanto en Estados Unidos como en Europa, y que puede ponerse en peligro, especialmente en un sitio donde todo se observa con tanta lupa como Hollywood. Como muestra, recordar que, en 2018, el actor Kevin Hart se vio obligado a renunciar como presentador de los Oscar por unos antiguos tuits homófobos
Para echar más leña al fuego y complicar el camino de Emilia Pérez en los Oscar, un narcomusical con una trayectoria muy polémica en México, su director, el francés Jacques Audiard, ha hecho un fallido comentario acerca del español, un idioma que él no habla ni entiende, pero en el que ha rodado su película. “El español es una lengua de países emergentes, una lengua de países modestos, de pobres, de migrantes”, decía en una entrevista de hace ya cinco meses, pero que surgió también el martes. Unas declaraciones que pueden dificultar el recorrido de sus 13 candidaturas, que la han colocado como la película más nominada en español (y en cualquier idioma que no sea el inglés) en la historia de la Academia y con la que Netflix busca su primera estatuilla a mejor película, que no parece nada clara por el momento.
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