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MÚSICA

Sault, la gran esperanza negra

Con tres álbumes en un año, un grupo de hip-hop de identidad desconocida se ha erigido en revelación y referente de las protestas raciales

Xavi Sancho
Portadas de '5' y '7', los dos primeros discos de Sault.
Portadas de '5' y '7', los dos primeros discos de Sault.

Sault es una población francesa, en la región de Provenza-Alpes-Costa Azul, departamento de Vaucluse, cerca de la localidad de Carpentras, donde hace unos años fue elegida diputada Marion Maréchal, la nieta de Le Pen. Es la capital del cantón de su nombre. Está integrada en la communauté de communes du pays de Sault. Esto es lo que sale en Google cuando se teclea “Sault”. La verdad es que ese punto del sur francés, de apenas 1.300 habitantes, parece un lugar agradable, con sus construcciones vetustas y sus campos de lavanda. Pero si usted lo que quiere saber al entrar en Google y teclear esta palabra es enterarse de quiénes forman, de dónde son o dónde van a actuar el año que viene Sault, la banda desconocida más brillante del momento, va a tener problemas para hallar respuesta a estas dudas. Siempre ha habido artistas que han ocultado su identidad, pero ninguno lo ha hecho con la misma dedicación y opacidad y, sobre todo, nadie lo ha hecho en pleno siglo XXI, cuando si algo sobra es información. Y música.

El pasado 19 de junio, el combo anunciaba en su página de Bandcamp que iba a lanzar ese mismo día —el que conmemora la abolición de la esclavitud en EE UU y el mismo que eligió Beyoncé para publicar el reivindicativo single Black Parade— su tercer largo en apenas 13 meses, titulado Untitled (Black Is). “Presentamos nuestro primer disco sin título en un momento en el que nosotros, como personas negras o de origen negro, estamos luchando por nuestras vidas. DEP George Floyd y todos aquellos que han sufrido la brutalidad policial y el racismo sistémico. El cambio está sucediendo… Estamos centrados”, rezaba el mensaje lanzado por este misterioso grupo.

El interés por saber quiénes son es inevitable después de escuchar qué hacen. Lo suyo es una fascinante mezcla de funk, disco, pospunk, hip-hop, krautrock, góspel y soul. A veces, parece que los alemanes Can se han juntado con las neoyorquinas ESG y de lo que no ha captado el traductor ha salido esta maravilla. Todo en Sault es mínimo, económico y conciso. Y todo remite a algo, pero nunca se termina de saber exactamente a qué. Sus recursos son infinitos y su forma de afrontar cada tema es única, creando siempre variaciones sorprendentes y aparentemente desarrolladas sin apenas esfuerzo. Es como si ese chicle siguiera teniendo sabor tras morderlo durante 30 años. Resulta increíble además que en 13 meses hayan logrado incluso evolucionar, algo que en otros artistas puede llevar lustros y casi siempre termina en imperceptibles variaciones de un mismo concepto o en revoluciones tan ruidosas como desenfocadas.

Portada de su nuevo disco, 'Untitled (Black Is)'.
Portada de su nuevo disco, 'Untitled (Black Is)'.

En mayo de 2019 lanzaron 5. Ese disco contiene su versión más pospunk. En septiembre de ese año publicaron 7. Ese disco contiene su versión más pop. Ahora, Untitled (Black Is) aparece y contiene su versión más góspel, más basada en texturas que en canciones. Más que un álbum es un estado de ánimo. Ha sido justamente ahora, con la salida de este tercer largo, que algunos medios han empezado a afirmar conocer el origen de los integrantes de la formación. Hasta hoy, lo único seguro parecía que se trataba de un trío. En sus ediciones en vinilo, la única información que se halla es que los álbumes han sido producidos por Inflo, alias bajo el que opera el productor británico Dean Josiah Cover, responsable (junto al célebre Danger Mouse) de los dos últimos álbumes de Michael Kiwanuka, quien colabora en este tercer largo de Sault poniendo voz a la africanista ‘Bow’. Inflo también es colaborador de la rapera londinense Little Simz, uno de los fenómenos del hip-hop actual y acaso la primera artista que advirtió al mundo de la existencia de Sault.

Imagen del 'single' ‘Don’t Waste My Time’.
Imagen del 'single' ‘Don’t Waste My Time’.

Poco a poco se van aislando las incógnitas que rodean a la que ya puede considerarse una de las grandes revelaciones de los últimos meses. Las vocalistas de la banda se sospecha, cada vez con más fundamento, que podrían ser la cantante soul Cleo Sol, quien ha colaborado también con Little Simz y con artistas consolidados como Jungle, y Kid Sister (Melissa Young), una rapera radicada en Chicago y que el año pasado fichó por Forever Living Originals, el sello londinense alrededor del que orbitan todos los nombres que en un momento u otro se han asociado a Sault, la mejor banda desconocida del planeta. Desconocida en el sentido más estricto, y no solo porque el 19 de junio el mundo se pusiera en pie para celebrar que Beyoncé había respondido al desafío en las calles con una canción e ignorara que ese mismo día había publicado Sault un álbum que apelaba a lo mismo pero desde una óptica no susceptible de convertirse en una camiseta. La única pega es que, mientras insistan en mantener el anonimato, nos van a privar de verles en directo. De momento, la música y —­un poco también— la mística lo compensan con creces.

Untitled (Black Is), 5 y 7. Sault. Forever Living Originals, 2020.

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Sobre la firma

Xavi Sancho
Forma parte del equipo de El País Semanal. Antes fue redactor jefe de Icon. Cursó Ciencias de la Información en la Universitat Autónoma de Barcelona.

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