Cara y cruz de los ‘realities’

Con la imponente cruz del Valle del Caídos de fondo, el plano del helicóptero Superpuma de las Fuerzas Armadas transportando los restos de Francisco Franco es una de las imágenes que han marcado 2019. Salvo los trabajos técnicos llevados a cabo para la exhumación y la posterior reinhumación en el cementerio de Mingorrubio 44 años despues, las cámaras siguieron minuto a minuto una jornada señalada ya en la historia. Como en el mejor reality show, la retransmisión dejaba entrever los conflictos de una familia desavenida pero férreamente hermanada en su agrio enfrentamiento con el Ejecutivo, además de un prior enfurruñado y desabrido y un puñado de fanáticos clamando por los rescoldos de la dictadura.

La televisión da testimonio de la historia pero también refleja la vida cotidiana. Muestra por igual imágenes que encierran una gran carga simbólica y otras chabacanas o triviales. En un año cargado de citas electorales, ha sido un potente altavoz para los políticos, que se han paseado por los programas de entretenimiento con una naturalidad propia de las folclóricas. Cuando más arreciaban las críticas por el avance de la ultraderecha, El hormiguero se encargó de blanquear la imagen del líder de Vox, Santiago Abascal, que disfrutó de 42 minutos de propaganda gratuita. De ahí al debate electoral previo a las generales del 10 de noviembre solo quedaba un paso. Por primera vez la ultraderecha se situaba de igual a igual, y el mismo plató, con los otros candidatos. Resultado: 52 escaños.

Para los dos grandes operadores privados, Atresmedia y Mediaset, es un año de luces y de sombras. Han amasado beneficios económicos sustanciosos, pero lo serán menos por la sanción de 77,1 millones impuesta por la CNMC por vulnerar las normas de la competencia en la comercialización publicitaria. En la televisión estatal, a los aprietos financieros se une una inquietante situación de provisionalidad. Los efectos saltan a la vista: nunca TVE había atravesado por un momento tan crítico. La audiencia de su principal canal está por debajo del 10% y los telediarios, signo de identidad de la cadena, se han colocado por detrás de los informativos de las privadas.

Finalmente, y tras un arduo proceso judicial, en este curso se ha dado carpetazo al conflicto que durante años han mantenido Mediaset y la empresa creadora del formato de Pasapalabra, que a partir de ahora se verá en Antena 3, la casa en la que empezó a emitirse en España. En Telecinco han sonado las alarmas por el supuesto caso de abuso sexual ante las cámaras en la edición de 2017 de Gran Hermano, un escándalo que ha erosionado gravemente la imagen del más famoso concurso de convivencia y se ha ganado el reproche de los anunciantes.

A lo largo del año, los espectadores han aplaudido el paso de Isabel Pantoja por Supervivientes, el exministro Màxim Huerta ha encontrado refugio en TVE y Chernóbil ha triunfado en el reino de las plataformas de Internet. Telemadrid ha resistido los embates del nuevo Gobierno regional y TV3 ha repuntado durante los disturbios desencadenados en Cataluña tras la sentencia del procés. Las tertulias políticas han perfeccionado el estilo de Sálvame y los parlamentarios siguen haciendo el ridículo en los programas de humor. Por si fuera poco, el jueves vuelve Cuéntame. Una muestra de que la televisión es circular y capaz de reciclarse con asombrosa eficiencia.