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Columna
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Guionistas

En pocas series de ficción se coronan los desconocidos guionistas como lo hacen en la serie checa ‘Absolución (Spravedlnost)’

Tráiler en inglés de la serie 'Spravedlnost'
Ángel S. Harguindey

De la miniserie checa Absolución (Spravedlnost), que exhibe Amazon Prime Video, hay pocas noticias tanto en la página de la plataforma como, lo que resulta más extraordinario, en Google, esa biblioteca de Alejandría digital. Merecería figurar mucho más en ambas, sobre todo porque en pocas series de ficción se coronan los desconocidos guionistas como lo hacen en este caso.

El arranque de la trama ya es perverso en sí mismo: una joven asesina a su amante maduro y se lo confiesa a su padre, que no dudará en ayudar a su hija a deshacerse del cadáver y limpiar las posibles pruebas del crimen. La perversión, y todo esto ocurre en las primeras secuencias del primero de los tres capítulos, es decir, que no se desvela ningún misterio, radica en que el padre de la joven es un inspector de policía, y la víctima, un juez corrupto y hedonista.

La siguiente vuelta de tuerca de la historia es que el encargado de descubrir al culpable del crimen es el padre de la asesina quien, naturalmente, antepone la paternidad a la profesionalidad. Pistas falsas, presuntos culpables... toda opción es posible para desviar la investigación y alejarla de la verdad.

La serie, como casi todas las ficciones televisivas, posee un cierto valor antropológico. Nos ilustra sobre los usos, costumbres, cultura y nivel de vida del entorno social en el que se desarrolla la acción. Por ella sabremos de la proclividad al vodka de su ciudadanía, de la notable desigualdad social, de la corrupción entendida como un privilegio de los menos sobre los más y de las enrevesadas circunstancias que conforman lo que llamamos relaciones sentimentales, mostrado todo ello hábilmente por los casi desconocidos guionistas de una serie maltratada.

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