‘Good Omens’: la divina comedia, ahora en la campiña inglesa
Neil Gaiman estrena en Amazon Prime Video la adaptación de su clásica novela de ángeles y demonios tras casi tres décadas de intentos frustrados de filmarla
Un ángel y un demonio que en los últimos siglos le han tomado el gusto a vivir entre humanos deciden aliarse para sabotear el fin del mundo, que es tan inminente como que tiene la fecha precisa fijada en un sábado. Esa es la premisa de Good Omens (Buenos presagios), nueva serie que acaba de estrenar Amazon Prime Video según la novela de culto de los popes de la fantasía Neil Gaiman y Terry Pratchett. Los protagonistas tienen ahora la cara de Michael Sheen (Masters of Sex) y David Tennant (Doctor Who).
El argumento sigue un arquetipo casi clásico: dos personajes supuestamente antagónicos, enviados del cielo y el infierno en este caso, que descubren una común debilidad por esa sociedad de mortales entre los que se supone que deben ejercer su influencia. “Pero no son especialmente leales a sus jefes”, alerta Tennant a EL PAÍS en una entrevista en Londres. A su lado, Sheen ahonda: “Les gusta tanto la humanidad que acaban enamorándose de ella”. Tanto el personaje de Sheen, el angélico Aziraphale, como su inusual aliado, el demonio Crowley, se encuentran demasiado cómodos en su rinconcito de Inglaterra.
La producción se mantiene fiel al original, titulado por cierto Buenos presagios: Las Buenas y Acertadas Profecías de Agnes la Chalada (1990). Gaiman, que hace de guionista, además de productor ejecutivo, ha decidido sin embargo trasladar la trama a los tiempos actuales. “La idiotez global de 2019 es el perfecto telón de fondo”, ha repetido en ya varios foros. Tennant y Sheen coinciden. El primero cree que “el actual ambiente político proyecta una sensación de fin del mundo”. El segundo aún diría más: “El mundo de hoy está patas arriba”.
Sheen (Gales, 1969), inolvidable en su encarnación de Tony Blair en La Reina, ofrece un Aziraphale con rizos rubio platino y ataviado a lo clásico, empleado en una librería aunque sin el menor asomo de intentar vender un ejemplar (porque su afán secreto es coleccionarlos). Tiene su réplica en el escocés David Tennat (1971), a quien también hemos visto en Broadchurch, además en el multitud de éxitos en el teatro británico, que asume el rol de un diablo modernillo y de melena rojiza, adepto a los vaqueros ajustados y los coches deportivos.
Preservar sus estilos de vida les exigirá una entente para tener controlado al Anticristo, con un problema: en el hospital donde está naciendo el niño de la Bestia confunden los bebés, y el Anticristo acaba en el seno de una familia de la campiña inglesa ajena a toda atención. Mientras, el ángel y el demonio protagonistas se concentran en otro niño que nada tiene que ver con todo el asunto. Ese enredo les llevará a descubrir que “en realidad se caen bien, aunque no lo admitan”, como alerta Sheen. Los dos intérpretes aseguran haberlo pasado en grande en su primer frente a frente ante las cámaras (ambos participaron hace tres lustros en Bright Young Things, la película de Stepehen Frears, pero no compartieron ninguna escena), aunque no por ello han sentido que tenían menos química. Tennant incluso se describe como “una de esas parejas que llevan muchos años casados, y en la que cada uno de ellos se atribuye siempre tener la razón”.
El libro ha sido objeto a lo largo de los años de intentonas fracasadas de trasladarlo al cine. Pratchett murió, hace cuatro años, antes de verla hecha realidad, en televisión, convertida en lo que Tennant llama "cuento de hadas con el escenario del mundo real. Que al tiempo es una farsa pero también con un planteamiento profundamente serio".
La alianza de Amazon y la BBC ha engrasado un presupuesto capaz de concitar la participación de nombres de lujo a lo largo de los seis episodios. Por Good Omens desfilarán nombres como el de la ganadora de dos Oscar Frances McDormand, a quien se le ha reservado nada menos que el papel de “la voz de Dios”; o el de Benedict Cumberbatch, poniéndole la voz a un Satanás gigante y de animación. También estará Jon Hamm (Mad Men), transmutado aquí en un atractivo arcángel San Gabriel que además viste traje de ejecutivo. El esfuerzo de la producción se ha centrado también en la recreación de los múltiples escenarios históricos recorridos por el ángel y el diablo protagonistas: desde los tiempos del Jardín del Edén hasta la actual era del móvil.
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