Alguien votó por Bielorrusia en Eurovisión pero no fue su jurado
Los votos de Minsk en el festival los decidió la organización con un sistema que elude aclarar
Se suele decir que Eurovisión es, en gran parte, política. Así que cuando el representante del jurado bielorruso no otorgó sus tradicionales 12 puntos a Rusia la noche del sábado, muchos se preguntaron si había un conflicto entre Moscú y Minsk. En su lugar, Bielorrusia dio la máxima puntuación a Israel. Y seis puntos a España, que con el punto otorgado por Rusia salvaron el honor de Miki y la delegación española en Tel Aviv. Para su vecino y tradicional aliado, donde el cantante moscovita es muy famoso, nada. Las redes sociales rusas ardieron. Se habló de traición. Los medios analizaban qué estaba sucediendo. Tras la polémica, se ha sabido que el jurado bielorruso no votó en la final, había sido descalificado. En su lugar sus puntos fueron decididos a través de un sistema que la organización del festival de la canción se niega a clarificar. En Minsk y Moscú se habla de tongo.
La polémica en la votación de Bielorrusia es árida en una edición ya muy tocada por la controversia. Un portavoz de la Unión Europea de Radiodifusión (UER), organizadora del festival, explica que el jurado bielorruso fue expulsado antes de la final del sábado, después de que revelase en una entrevista —con el portal local tut.by— a quién había votado en la primera de las semifinales, algo que prohíben las reglas del festival. Pese a esto, la representante del comité de Bielorrusia, la modelo Maria Vasilevich, salió ante las cámaras a revelar los votos de su país. Los fans más eurovisivos ya sabían que el jurado bielorruso había sido descalificado porque la UER lo había anunciado en varios foros, pero muchos espectadores no. Tampoco se dijo en el momento de la lectura de votos. Cómo se decidieron esos puntos no queda claro.
“Se utilizó un resultado agregado aprobado por los auditores para determinar a quién se asignan los votos del jurado bielorruso”, explica en una escueta nota un portavoz de la UER . “En ausencia de un jurado, el resultado agregado se basó en los resultados de otros países con registros de votación similares”, añade el portavoz ante las preguntas de este diario. Sin embargo, la organización elude aclarar qué sistema se empleó, qué auditores lo determinaron, qué países se tomaron como modelo; tampoco qué regla de Eurovisión contempla una situación similar.
La situación corre el riesgo de escalar. Viktor Drobysh, uno de los compositores productores musicales rusos más conocidos, y en esta edición miembro de la delegación bielorrusa, ha amenazado con denunciar a la Unión Europea de Radiodifusión e impugnar toda la votación. “Han causado un gran daño a las relaciones entre Rusia y Bielorrusia, a la gente común y a mí personalmente que de repente me he convertido en el enemigo del pueblo ruso, que no recibió puntos”, ha declarado Dobrysh a la agencia Ria. El productor, que ha trabajado con la representante bielorrusa, Xena, afirma que ya ha puesto el asunto en manos de sus abogados y que están estudiando sus opciones.
Rusia (369 puntos) acabó tercera. Tras la ganadora, Holanda (492 puntos), e Italia. A los puntos del jurado profesional de los 41 países —los 26 clasificados y los que no— se les suman después los emitidos por el televoto llegado desde toda Europa y Australia. Así que poco habrían cambiado las cosas para el cantante Serguéi Lázarev si hubiera recibido 12 puntos de Bielorrusia. Sin embargo, el asunto está agriando su papel en el festival y levantando una gran polémica en un país donde Eurovisión se sigue mucho. Miki, representante de España con la canción La venda, acabó en el puesto 22 de los 26, con 60 puntos.
Entre la comunidad de fans eurovisivos bielorrusa y rusa –y también de otros lugares—están abundando las teorías sobre la polémica bielorrusa y sobre cómo fueron determinados sus votos. Como en los campeonatos de fútbol, los países participantes se dividen en grupos y una de esas teorías sostiene que los puntos bielorrusos se decidieron a través de la media aritmética de los menos votados por su grupo: Armenia, Azerbaiyán, Georgia y Rusia.
Además, el escándalo ha avivado las teorías de “rusofobia” que desde hace un par de años mencionan algunos medios, que acusan a los jurados profesionales de los países de no votar a Rusia por razones políticas. Su representante, que es muy famoso en Rusia y las repúblicas del espacio post-soviético, afirmó el domingo que hay “algún tipo de prejuicio” contra Rusia. El país euroasiático, como otros, suele tener más tirón en el televoto que entre los comités nacionales. Pero de nuevo entra aquí un factor importante que puede poner en riesgo estos concursos: el papel que pueden jugar los bots; las llamadas y mensajes automatizados. La semana pasada, uno de los canales de la televisión pública rusa tuvo que anular el resultado de la final de La Voz Kids tras descubrirse que había habido fraude con miles de llamadas y mensajes emitidos por bots.
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