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Columna
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Víctimas

La serie ‘The Widow’ sumerge al espectador en un mundo poco frecuentado, el de los niños soldados africanos

Ángel S. Harguindey

La excelente e impactante serie The Widow, coproducida por ITV, cadena de televisión comercial del Reino Unido, que en España emite Amazon, sumerge al espectador en un mundo poco frecuentado, el de los niños soldados africanos, ya que los de la codicia, el terrorismo o la infidelidad, que también se muestran, están presentes habitualmente.

Kinsasa, capital de la República Democrática del Congo, Rotterdam, Gales... son los escenarios de una historia creada y dirigida por Harry y Jack Williams, artífices de la estupenda The Missing, con un gran reparto: Kate Beckinsale, Alex Kingston, la niña Shalon Nyandiko, el voluminoso Ólafur Darri Ólafsson y el siempre impecable Charles Dance, el Tywin Lannister de Juego de Tronos, entre otros.

Un vuelo comercial entre Goma y Kinshasa sufre un tremendo accidente con dos únicos supervivientes. Entre los más de 170 muertos se encuentra Will Wells, el marido de la protagonista. Ella se aísla del mundanal ruido en la campiña galesa hasta que descubre casualmente a su marido en un reportaje informativo sobre las revueltas en Kinshasa. Han pasado tres años y se dispone a encontrar al que se creía muerto. Comienza la aventura.

En un remoto paraje congoleño encuentra a Adidja, una niña de 11 años reclutada por la guerrilla rebelde. La codicia y la corrupción se encarnan en el general Azikiwe y en una mina de coltán, un material indispensable en el siglo XXI, es decir, una fuente extraordinaria de ingresos. El guion sitúa, gracias a unos flashbacks, los contextos personales de los protagonistas y la realización ofrece secuencias extraordinarias, como el accidente del vuelo comercial visto desde la perspectiva de los pasajeros, un alarde de ritmo y montaje. Toco complementado con la visión de la vida cotidiana de Kinsasa, una mirada sin mixtificaciones sobre un país con grandes recursos naturales inmerso en la miseria, como consecuencia del brutal colonialismo europeo, las guerras civiles y la corrupción.

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