Nápoles fue durante el siglo XVIII un hervidero musical. Aunque la punta de lanza fue su efervescente producción vocal, el catálogo de Porpora, Pergolesi o Alessandro Scarlatti, tres de sus grandes abanderados, reservó también un lugar de privilegio a los instrumentos. Hay en sus conciertos, fieles al patrón veneciano, frecuentes dejos de cantabilidad, plasmados delicadamente por La Ritirata, que explora además obras muy poco conocidas de Francesco Mancini y Nicola Fiorenza. El grupo español, con el gran violonchelista Josetxu Obregón al frente, solista asimismo en dos de los conciertos, propone versiones luminosas pero serenas y carentes de excesos. Nada napolitano, y más de esta época, debería sernos ajeno.
La Ritirata. Conciertos napolitanos. Glossa.