‘Bodyguard’, el nuevo éxito de la factoría BBC
La serie del creador de 'Line of Duty' combina intrigas políticas con dosis de acción y continuos giros de guion
Un veterano de guerra reciclado en escolta de una ministra del gobierno protagoniza el nuevo thriller de la BBC que en su estreno del domingo tuvo pegada ante el televisor a una audiencia de 6,7 millones de británicos (35% de cuota de pantalla), siendo así el mejor estreno de una serie británica en lo que va de 2018. Las intrigas políticas en los pasillos de Westminster, combinadas en la serie con dosis de acción y continuos virajes en la trama, conforman los ingredientes de éxito de Bodyguard (El guardaespaldas), que nada tiene que ver con la famosa película del mismo título.
El actor Richard Madden, conocido por los televidentes como el Robb Stark de Juego de tronos, encarna a un exsoldado que después de haber vivido todo tipo de horrores en Afganistán acaba ingresando en la policía metropolitana londinense. En plena alerta antiterrorista en Londres, a su personaje, David Budd, le encomiendan la protección de la titular de Interior, una dama muy ambiciosa y destacada abogada de las intervenciones militares en el exterior.
Una potente secuencia en el entorno claustrofóbico de un vagón de tren (que para evitar spoilers resumiremos en la amenaza de un atentado suicida) sirve de arranque de la primera entrega, donde Budd se nos revela como una personalidad compleja. Víctima del estrés postraumático que ha destrozado su vida familiar, y que oculta a ojos de sus jefes, el guardaespaldas deberá buscar un equilibrio entre su odio visceral hacia la clase política que representa la ministra y el deber de protegerla.
Esa suerte de dama de hierro que parece anteponer sus propios intereses políticos a los nacionales está interpretada por Keeley Hawes, uno de los rostros más populares de la televisión británica y que, tras su paso por Line of Duty, ahora repite en otra serie también creada por Jed Mercurio. La capacidad de Mercurio de definir muy bien a sus personajes con unas pocas aunque certeras pinceladas es uno de los fuertes de Bodyguard, además de la intriga que deparará sorpresas en cada uno de los seis capítulos de la producción.
Llama la atención en esta serie la cantidad de mujeres que aparecen en puestos de alta responsabilidad (desde la propia ministra hasta las jefas de la unidad antiterrorista y del cuerpo de asalto de élite, pasando por una francotiradora), aunque el principal protagonismo recae en un Madden que sabe imprimir a su personaje la necesaria ambigüedad para tener en vilo al telespectador.
Bodyguard ya ha sido proclamada por la crítica la gran serie de una temporada que la BBC ha anticipado atípicamente a finales de agosto, con la vista puesta en la competencia de la ITV. El publicitado estreno en este último canal de la superproducción inspirada en la novela La feria de las vanidades lo tendrá difícil el próximo domingo para rivalizar con las andanzas del guardaespaladas Budd que ya tienen enganchado al público. El público español todavía tendrá que esperar para engancharse a ellas porque ninguna cadena o plataforma ha anunciado aún su compra.
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