_
_
_
_
Columna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las columnas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

‘The Big Bang Theory’ continuará

La 'sitcom' sobre amigos científicos es un fenómeno global que no se puede equiparar con otro de su generación y quizás jamás se repita en el fragmentado panorama televisivo actual

Eneko Ruiz Jiménez

The Big Bang Theory nunca ha sido santo de mi devoción. Vaya eso por delante. Su humor repetitivo, personajes paródicamente raritos y estructura cómica tradicional nunca me cautivó. Pero eso no importa a nadie. Lo relevante es que esta sitcom sobre amigos científicos es un fenómeno global que no se puede equiparar con ningún otro de su generación. El triunfo de esta serie en abierto quizás jamás se repita en el fragmentado panorama televisivo actual.

La creación de Chuck Lorre (responsable de Mom y Dos hombres y medio) se despedirá en mayo de 2019 y lo hará dando pingües beneficios. Los datos hablan por sí solos. Tras 11 años, cerró la pasada temporada como la segunda serie más vista de la parrilla estadounidense, por detrás de la malograda Roseanne, comedia clásica cancelada por los comentarios racistas de su protagonista. Su éxito internacional ensalza el podio. En España, por ejemplo, es la única ficción cuyos derechos se dividen cuatro canales: TNT, Neox, HBO y Netflix. En todos figura siempre entre lo más visto. Al terminar, Big Bang será la comedia con público en directo (que no risas enlatadas) con más episodios de la historia: 279. Suficientes para repetirla sin interrupción por los tiempos de los tiempos (los actores de Friends siguen recibiendo unos 20 millones anuales por repeticiones y ventas internacionales). CBS y Warner no pueden quedarse parados ante el final de un éxito así.

Pese a la resistencia empresarial, el final llega precipitado por la salida de Jim Parsons. El famoso Sheldon Cooper quiere pasar página, aunque seguirá beneficiándose de la franquicia con su crédito como productor y narrador del spin-off El joven Sheldon. Y Lorre decidió que Big Bang no tenía sentido sin él, pero la cadena se resistió. Aunque los intérpretes principales ya cobran casi un millón por capítulo (con 22 episodios anuales), los productores intentaron camelarlo con subidas de sueldo, muestra de que la cadena no puede permitirse perder su serie más exitosa ni dejar pasar a sus actores y personajes más ilustres. Intérpretes como Mayim Bialik ya han acudido a las redes para hablar del pesar que supone el fin, allanando el camino para una propuesta de continuación sin Sheldon, por mucho que esto suene al fracaso de Joey. Quizás creativamente no sea ideal, pero hace tiempo que la franquicia es mucho más que guion. Big Bang seguirá, incluso sin el Big Bang.

Estrenos de la semana Consulta el calendario completo
28lunes
29martes
1994
Movistar +
Temporada 3
30miércoles
31jueves
1viernes
See
See
Apple TV+
Estreno
2sábado
3domingo

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Sobre la firma

Eneko Ruiz Jiménez
Se ha pasado años capeando fuegos en el equipo de redes sociales de EL PAÍS y ahora se dedica a hablar de cine, series, cómics y lo que se le ponga por medio desde la sección de Cultura. No sabe montar en bicicleta.

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_