Pablo Simonetti: “Le daría el Cervantes a Raúl Zurita”

En su última novela, Desastres naturales, Pablo Simonetti (Santiago de Chile, 1961) recrea la relación con su padre a la vez que despliega la historia de Chile. También recurrió a su biografía familiar en su obra más notoria, Madre que estás en los cielos (2004), que se acaba de reeditar.

¿Qué libro le hizo querer ser escritor?

Las Memorias de Adriano terminaron por hacerme escritor.

¿Y el último que le ha gustado?

La señora Osmond, de John Banville.

¿Cuál no pudo terminar?

Ulises, de James Joyce. Pero leí el final.

¿Qué libro ajeno le habría gustado escribir?

Las alas de la paloma, de Henry James.

De no ser escritor le habría gustado ser...

Meteorólogo, cuidador de un jardín, arquitecto.

Complete la frase “lo mejor para saltar la barrera del pudor es...”

La literatura.

¿Qué echa de menos de Madrid cuando está en Santiago?

La vida en las calles. El bien estar y la apertura de la gente. La falta de rutina. El Retiro.

¿Y viceversa?

Mi cama, mi jardín, mi rutina.

¿En qué se parece usted a su madre? ¿Y a su padre?

A mí madre: en la sensibilidad despierta; a mi padre: en la unión rápida de puntos distantes y en la ansiedad.

¿Qué suceso histórico admira más?

El incendio de Moscú, por culpa de Tolstói. No es admiración, sino asombro.

¿Cuál es la película que más veces ha visto?

Jesucristo Superestrella a comienzos de los 70, Fiebre de sábado por la noche a fines de los 70, Orgullo y prejuicio, de Joe Wright, en los 2000.

Si tuviese que usar una canción o una pieza musical como autorretrato, ¿cuál sería?

¿Clásica? Las suites para chelo de Bach. Así me gustaría que sonara mi prosa. ¿De mi tiempo? Like a prayer, de Madonna, la ruptura de una generación con Dios.

¿Qué encargo no aceptaría jamás?

Cualquiera que tuviera como fin hacerle daño a una persona.

¿Qué está socialmente sobrevalorado?

El margen como lugar de santidad y denuncia.

¿A quién le daría el próximo premio Cervantes?

A Raúl Zurita.

¿Y a quién se lo quitaría?

Es tan difícil ganarlo que no se lo quitaría a nadie.