Brasil y Cía.

El guión de la película brasileña Tropa de Élite 2, que aborda el envilecimiento político y la corrupción policial en Río de Janeiro, se asemeja a una crónica sobre el delito organizado fechada en Lima, La Paz, Caracas, Culiacán o Tegucigalpa. Estrenado en 2010, el film del director José Padilha que ha repuesto Movistar+ es notarial, irrefutable.

No se trata de una fabulación comercial escrita por Óscar Braulio Mantovani, nominado a un Oscar, sino de la adaptación cinematográfica de un libro del sociólogo Luiz Eduardo Soares, con los testimonios de dos capitanes retirados que probablemente se quedaron cortos en el recuento de sus fechorías.

La película recrea las perpetradas por una mafia de policías y militares conchabada con el poder político y judicial para extorsionar a los comerciantes de las favelas cariocas arguyendo que les protegen contra el pistolerismo narco. El cártel mexicano Los Zetas se formó con la canalla de las fuerzas especiales del Ejército y la Marina y también protegía. Sus crímenes son de lesa humanidad.

Después emerger de la ciénaga del Batallón de Operaciones Especiales de la Policía Militar de Río, cotejé el guion y diálogos de la cinta con unas recientes declaraciones del ministro de Justicia de Brasil en el diario O Globo sobre los vínculos de la jefatura policial con el hampa. Son un calco actualizado de la película.

La corrupción es un filón. José Padilha regresó a ella con El mecanismo, una serie sobre el escándalo de Odebrecht; el actor mexicano Gael García Bernal la aborda como director en Aquí en la tierra, primera producción latinoamericana en el Festival Internacional de Series de Cannes.

La trama gira en torno al asesinato de un fiscal anticorrupción y chapotea en los secretos y miserias de una familia abducida por lacras fundacionales. Como diría el castizo, la impunidad, la injusticia y la degeneración moral son todavía asuntos de rabiosa actualidad en el subcontinente americano.