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Columna
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De la muletilla al ‘meme’

Un poquito de bazinga, Rick, que parece falso

Jaime Rubio Hancock

Seguro que muchos (por no decir todos) recuerdan la expresión “un poquito de por favor”. Se popularizó hace unos 15 años gracias a Aquí no hay quien viva y fue uno de los últimos latiguillos en contagiarse a lo bestia.

Estas frases que esperábamos cada episodio ya no se llevan. O, al menos, no tanto como hace un tiempo. El primer motivo es que están pasadas de moda. Los latiguillos suenan tan anticuados que ya se reían de ellos Los Simpson en un episodio de 1994 en el que Bart se hacía famoso por decir “yo no he sido” durante un programa de Krusty, en lo que sonaba a parodia del “¿he sido yo?”, de Steve Urkel. Y eso a pesar de que la propia serie de Groening los había usado. Recordemos lo de “multiplícate por cero” y el “mosquis” de Homer.

La segunda razón es que ya no hacen falta. No solo eran un recurso humorístico para caracterizar al personaje, sino también una herramienta para facilitar la conversación. Repetir como cotorras “qué mala suerrrte” en el patio del cole era una forma, quizás algo básica, de hablar de la tele.

En cierto modo, estos latiguillos eran memes: expresiones contagiosas de trayectoria relativamente corta que se podían descontextualizar. Qué sé yo, te sacabas el carné de conducir a la primera, para sorpresa de propios y extraños, y decías aquello de: “Claro, como el Luisma es tonto”.

Ahora comentamos la tele con el móvil, en Facebook y en Twitter. Podemos enviar capturas y vídeos enteros, además de ponernos criticones (o graciosos) en directo, sin necesidad de esperar al día siguiente.

Es más, algunos memes tienen su origen en expresiones que se han pronunciado una sola vez en toda la serie. Como el grito de “¡Carl!” en The Walking Dead. O como “todo ha salido a pedir de Milhouse”. Ya no es necesario que nos las repitan dos o tres veces por episodio. Si nos gustan, las tenemos a mano en Internet, disponibles para descargar y enviar por WhatsApp. Fin de la cita.

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Sobre la firma

Jaime Rubio Hancock
Editor de boletines de EL PAÍS y columnista en Anatomía de Twitter. Antes pasó por Verne, donde escribió sobre redes sociales, filosofía y humor, entre otros temas. Es autor de los ensayos '¿Está bien pegar a un nazi?' y 'El gran libro del humor español', además de la novela 'El informe Penkse', premio La Llama de narrativa de humor.

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