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Las mayores catástrofes de España en Eurovisión

En 2017, Manel Navarro quedó en última posición, pero en 57 años de participación española en el festival no ha sido el único tropiezo

Manel Navarro, representante de España en Eurovisión en 2017.
Manel Navarro, representante de España en Eurovisión en 2017.
Natalia Marcos

Si algo bueno tiene quedar últimos en Eurovisión es que quita presión a los representantes del año siguiente: muy mal se tiene que dar para que se repita tal catástrofe. Manel Navarro no fue el primero: hasta en cinco ocasiones España ha quedado primera por la cola. Pero no son las únicas ocasiones en las que Europa nos ha dado la espalda. Repasamos algunos de los grandes fiascos de España en el festival de la canción europeo. Amaia y Alfred, sin presión: seguro que lo haréis mejor que cualquiera de estas actuaciones:

- Víctor Balaguer (1962)

Era solo el segundo año de España en Eurovisión y ya aprendimos lo duro que iba a ser esto. Víctor Balaguer fue el representante español en Luxemburgo con la canción Llámame, con violines de fondo y estilo clásico. Quizá demasiado para España en Eurovisión. Terminamos con cero puntos, pero al estar igualados con otros tres países, terminamos en 13ª posición de 16 en una época en la que el sistema de votación era diferente al actual y con menos países en juego, por lo que era fácil acabar con cero puntos.

- Conchita Bautista (1965)

Un caso muy parecido al de Balaguer. De nuevo, cero puntos y, de nuevo, empatada con otros tres países en la cola. Bautista fue la primera representante de España en Eurovisión en 1961 con Estando contigo, que logró la novena posición. Cuatro años más tarde repitió, en esta ocasión con Qué bueno, qué bueno. La canción había sido elegida en una gala de TVE en la que El Dúo Dinámico y Raphael quedaron en segunda y tercera posición. Este último, de hecho, fue el representante español en 1966 y 1967 con Yo soy aquel y Hablemos del amor, respectivamente.

- Remedios Amaya (1983)

Pasaron unos cuantos años hasta que España volvió a repetirlos meritorios cero puntos. Hubo que esperar hasta el ya mítico ¿Quién maneja mi barca? con el que se presentó en Munich en 1983. Aires flamencos con música de orquesta (lo que quizá no era la mejor opción para este tema...), Amaya salió al escenario descalza dispuesta a pisar fuerte. Y lo hizo, con gran ovación tras la actuación. Aun así, quedó en última posición.

- Lydia Rodríguez (1999)

Damos un salto en el tiempo para encontrar la siguiente última posición de España. En este caso, sí conseguimos un punto, de Croacia, pero no sirvió para escalar posiciones y con No quiero escuchar quedamos al final de la tabla. Posiblemente lo más recordado de aquella actuación fue el vestido colorido y llamativo (por decirlo de alguna forma...) diseñado por Ágatha Ruiz de la Prada que parece que no se logró el favor de los europeos.

- Son de Sol (2005)

Salimos de la última posición para seguir recordando algunos de los fracasos más sonados de España en Eurovisión. Son de Sol fue un trío femenino de flamenco-pop ya disuelto que representó a España en 2005 con la canción Brujería. La apuesta es clara: mujeres con poca ropa, guiñando a cámara, moviendo mucho la falda. Y cuando piensas que la cosa no puede ir a peor, aparece un rapero para rematar el asunto. El resultado fueron 28 meritorios puntos y puesto 21º de 24. En YouTube, el comentario más aplaudido, de Carolina Iglesias (Percebes y Grelos), resume el asunto: "Sorry for this, Europe".

- Las Ketchup (2006)

En 2002, Las Ketchup arrasaron con su Aserejé, que puso a bailar a medio mundo. Unos años después, en 2006, RTVE pensó, con un proceso de selección interna, que sería buena idea llevar al cuarteto femenino a Eurovisión con Un bloody mary. Sin embargo la apuesta no cuajó y terminaron con 18 puntos en 21ª posición de 24. Es posible que en Europa (y tampoco en España) no entendieran ni la canción ni esa coreografía sentándose y levantándose de sillas de oficina.

- Soraya Arnelas (2009)

En esta ocasión, la apuesta no era tan loca. De hecho, era más que solvente. Pero La noche no es para mí tampoco se ganó el favor de los votantes y terminó penúltima, con 23 puntos. Aires discotequeros para Soraya, cantante con voz sobrada y dominio del escenario. Además de partes de la canción en inglés, la puesta en escena incluía truco de magia. Lo tenía todo y mereció mejor fortuna. Pero así es Eurovisión.

- Lucía Pérez (2011)

Que me quiten lo bailao. En inglés, They can't take the fun away from me. La opción que España envió a Eurovisión en 2011 tampoco fue del agrado de los europeos y, a pesar de reunir 50 puntos, quedó en el puesto 23º de 25, antepenúltima. Una canción optimista, alegre y colorista que tampoco sintonizó con Europa.

- El sueño de Morfeo (2013)

Muy pocos puntos (solo ocho) rascó el grupo en una actuación en la que Raquel del Rosario no tuvo su mejor noche. Salió al escenario con vestido amarillo y descalza, y demasiado nerviosa. Una canción pegadiza y alegre, Contigo hasta el final (With you until the end), con guitarreo y gaitas y una puesta en escena bonita no fue suficiente.

- Manel Navarro (2017)

El último gran descalabro de España en Eurovisión lo tenemos muy fresco en la memoria. Do it for your lover llegó a la carrera eurovisiva con polémica en su selección y el resto, gallo incluido, ya es historia. Quedó en última posición con solo 5 puntos, otorgados por el público: el jurado profesional no le dio ni un voto.

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Sobre la firma

Natalia Marcos
Redactora de la sección de Televisión. Ha desarrollado la mayor parte de su carrera en EL PAÍS, donde trabajó en Participación y Redes Sociales. Desde su fundación, escribe en el blog de series Quinta Temporada. Es licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid y en Filología Hispánica por la UNED.

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