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Columna
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Honestidad

'The Honourable woman' es una estupenda serie con una realización brillante, muy elegante en muchas ocasiones, y una trama que engancha desde un primer momento

Ángel S. Harguindey
Maggie Gyllenhaal en 'The Honourable woman'.
Maggie Gyllenhaal en 'The Honourable woman'.

The Honourable Woman (Movistar) es una estupenda serie coproducida por la BBC y Sundance Channel, es decir, por una gran cadena europea y otra estadounidense que prima las obras independientes y vanguardistas, lo mejor de dos mundos. La serie producida, escrita y dirigida por Hugo Blick encaja perfectamente con esa doble producción que no deja de ser, también, una búsqueda de la aceptación popular y de la crítica.

En el terreno de la aceptación popular tuvo una discreta acogida en su estreno anglosajón en 2014, al parecer por una equivocada programación veraniega. La crítica, sin embargo, le dedicó todo tipo de justificados elogios. Es una serie con una realización brillante, muy elegante en muchas ocasiones, y una trama que engancha desde un primer momento: Nessa Stein, una sólida empresaria anglo-israelí que heredó un negocio de armas de su padre y reconvirtió en una empresa dedicada a la instalación de fibra óptica, está empeñada en ayudar a la consecución de la paz en Oriente Medio llevando la buena nueva tecnológica a Cisjordania. Dicho de otra manera: sus importantes mecenazgos en el territorio palestino y en Israel le situarán en el ojo del huracán de las dos partes del conflicto y en el de los servicios secretos británicos y estadounidenses.

La eficacia de los ocho capítulos de la serie se basa unos guiones excelentes, con unas medidas vueltas de tuerca en las que se entremezclan el conflicto internacional con situaciones personales traumáticas narradas con sutileza y una muy especial habilidad para no tomar partido por ninguna de las dos partes en conflicto, es decir, mostrando indistintamente la brutalidad de los intereses económicos que subyacen en los fanatismos ideológicos palestinos e israelíes. A ello hay que sumar un buen reparto de actores y actrices en el que sobresalen Maggie Gyllenhaal, la protagonista, y un impecable Stephen Rea, un extraordinario actor en el que el deterioro de la edad le añade un plus de calidad interpretativa.

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