Todos los Marx que hay en Marx
Nuevos ensayos y reediciones constatan el interés por el legado del autor de 'El capital'
Desde el inicio de la crisis, en 2008, el interés por Marx y la tradición intelectual que contribuyó a fundar ha crecido de una manera vertiginosa. Como señala Constantino Bértolo con agudeza en la introducción de Llamando a las puertas de la revolución, no se trata de un reflejo inevitable de la recesión económica. De hecho, en la anterior crisis global de acumulación, la de los años setenta del siglo pasado, se produjo más bien el fenómeno contrario: un desplazamiento hacia la derecha de los intereses intelectuales mayoritarios. El retorno de Marx forma parte del turbulento ciclo político que vivimos y de un ambiente de reivindicación de la extensión de los límites de la democracia y de cuestionamiento de su relación con el mercado.
Y como en otras ocasiones en las que se ha reactivado el legado de Marx, hoy se vuelve a plantear la necesidad de lidiar con las peculiaridades textuales de sus escritos canónicos y con su fijación crítica. No son problemas técnicos ni menores. La obra de Marx no es un edificio diseñado según un plan maestro, sino, a veces casi literalmente, un yacimiento arqueológico con diferentes estratos que incluyen materiales de intervención ligados a circunstancias históricas coyunturales, apuntes personales, ensayos fallidos o textos que no fueron pensados para su publicación. Por eso, la extensa serie de antologías y selecciones de sus escritos que se han publicado desde hace más de un siglo constituye un valioso repertorio de interpretaciones. Leer a Marx es siempre decidir qué Marx leer, y toda recepción de su herencia es una especie de antología implícita.
Llamando a las puertas de la revolución presenta una amplia selección de escritos cuyo criterio de organización es eminentemente político, antes que científico o filosófico (“Leer a Marx pide hacerlo desde el horizonte de la revolución”, escribe Bértolo). No es el único itinerario posible, pero desde luego es uno indiscutible y en cualquier caso se trata de una antología muy completa que proporciona una visión panorámica y profunda —ni mucho menos sólo introductoria— de la obra de Marx. La selección está organizada como una narración que utiliza textos extractados en secuencias cortas y ágiles “para contar una historia protagonizada por aquel revolucionario que se llamaba Karl Marx”. El resultado es muy vigoroso y consigue ahorrar al lector buena parte del Marx más plúmbeo sin perder rigor. El volumen se completa con una generosa introducción que proporciona un amplio contexto histórico y claves teóricas de lectura de algunos de los aspectos más controvertidos de la teoría marxista.
Hoy se vuelve a plantear la necesidad de lidiar con las peculiaridades textuales de sus escritos canónicos
La complejidad de la traducción de las obras originales de Marx ha hecho que a menudo los editores se limiten a reimprimir sin grandes modificaciones versiones de hace décadas. También porque en el entorno académico actual, obsesionado con el rendimiento a corto plazo y los índices de impacto, es casi inimaginable que un especialista dedique varios años de su vida a una tarea crucial pero lenta, difícil y oscura como es la traducción crítica de textos clásicos. Por eso, en el caso de El capital, la mejor versión castellana disponible sigue siendo la de Pedro Scarón, publicada por primera vez en 1975: es la más legible y la que tiene un aparato crítico más completo. Hasta ahora, su principal problema era editorial. La impresión era de mala calidad y la obra estaba organizada en ocho volúmenes con las notas y los índices muy desperdigados. Para colmo, tenía una encuadernación infame que al menor descuido convertía el libro en un surtidor de hojas. Por fin, Siglo XXI se ha decidido a revisar a fondo la edición original y se han corregido la mayor parte de los defectos de diseño. El resultado es muy bueno. La obra se presenta ahora reunida en los tres libros originales, con todo el aparato de notas colocado en su lugar mediante una maquetación generosa que no escatima papel.
Por supuesto, el interés contemporáneo por Marx también se está plasmando en obras teóricas que tratan de actualizar y renovar su pensamiento. El filósofo Anselm Jappe, cuyos trabajos está dando a conocer en nuestro país la editorial Pepitas de Calabaza, es el autor de una recepción muy potente y original de la obra de Marx en la que el llamado “fetichismo de la mercancía” y el análisis de los aspectos simbólicos de la sociedad de mercado ocupan un lugar cardinal. Tomando como punto de partida la “crítica del valor” que a finales de los años ochenta desarrollaron teóricos como Robert Kurz y Moishe Postone, Las aventuras de la mercancía propone un análisis de la crisis contemporánea no como una fase de un proceso cíclico de contracciones y expansiones económicas, sino como el desenlace definitivo de tensiones sistémicas irresolubles ancladas en la incompatibilidad del capitalismo con la constitución antropológica del ser humano. Jappe logra romper con el ambiente autorreferencial de buena parte de la marxología contemporánea para proponer una crítica del trabajo asalariado y la sociedad de mercado desde un entorno intelectual amplio y sugerente que aspira a pensar nuevas formas de vida social más amigables.
‘Llamando a las puertas de la revolución’. Karl Marx. Edición de Constantino Bértolo. Debolsillo, 2017. 928 páginas. 13,95 euros.
‘El capital’. Karl Marx. Traducción de Pedro Scarón. Siglo XXI, 2017. 2.776 páginas. 90 euros.
‘Las aventuras de la mercancía’. Anselm Jappe. Traducción de Diego L. Sanromán. Pepitas de Calabaza, 2016. 304 páginas. 21 euros.
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