2016, el año en el que la nostalgia se hizo serie
Un repaso a los estrenos, regresos, despedidas y tendencias de la televisión extranjera
En 2016 ha habido más series que nunca. En Estados Unidos, este año se han producido 455 series, según un estudio reciente de la cadena FX. Más series que nunca para un público cada vez más fragmentado y que puede encontrar títulos para todos los gustos. Tirando del carro de ese crecimiento se encuentran las plataformas online. Especialmente Netflix, que en 2016 ha generado una cantidad de producción tal que ya es difícil seguirle la pista: Black Mirror, Luke Cage o The Get Down son solo algunas de las series que han dado que hablar este año y que han salido de la factoría de esta plataforma online. La televisión ha cambiado, y la ficción lidera ese cambio.
Sin embargo, mientras que la televisión mira al futuro, las series de 2016 han preferido mirar al pasado y tirar de nostalgia para atraer a los espectadores. El año arrancó con el regreso de los agentes Mulder y Scully en seis nuevos capítulos de Expediente X que recuperaron brevemente la mitología de esta serie de ciencia ficción. Cuando el año casi llegaba a su fin fue el turno de regresar a Stars Hollow con cuatro episodios de Las chicas Gilmore para descubrir qué fue de sus protagonistas y despedir (¿definitivamente?) a Lorelai y Rory. La nostalgia también ha asomado en la nueva versión, rejuvenecida y con más acción, de MacGyver, o en las adaptaciones al formato por capítulos de películas como Arma letal o El exorcista.
Uno de los grandes fenómenos televisivos del año también miraba al pasado. Stranger Things acaparó la conversación seriéfila veraniega gracias a una historia que servía como homenaje al cine de los ochenta y películas como Los Goonies o Encuentros en la tercera fase y que, con permiso de Winona Ryder, convirtió en estrellas al grupo de niños protagonistas. Este año también ha vuelto el interés por el caso O.J. Simpson, uno de los juicios más mediáticos de la historia y que 20 años después ha vuelto a llamar la atención de la televisión con una serie de ficción, American Crime Story: The People vs. O.J. Simpson, y una serie documental, O.J: Made in America. Las dos generaron gran expectación por parte de público y crítica y las dos están cosechando premios y nominaciones.
Pero si hablamos de fenómenos, la guerra por el trono de los Siete Reinos sigue acaparando la expectación de millones de seguidores en todo el mundo año tras año. La sexta temporada de Juego de tronos arrancó alimentada por la expectación sobre lo que ocurriría con Jon Nieve y terminó con dos de los capítulos más celebrados de la serie. En medio, dragones, caminantes blancos, viajes y una puerta que rompió el corazón de los fans de la serie.
Juego de tronos es la gran abanderada de HBO, pero este año no ha sido su único éxito. La cadena de cable estadounidense (que recientemente ha aterrizado en España con su plataforma online) dio un golpe en la mesa en otoño con Westworld, que con su mezcla de ciencia ficción y western, un reparto lleno de grandes nombres y un universo lleno de preguntas que alimentó decenas de teorías, ha demostrado que la cadena aún es capaz de ser relevante más allá de Poniente. Como también lo ha sido con novedades como la miniserie The Night Of o la comedia Divorce.
Mucha expectación levantaron también las nuevas temporadas de House of Cards, Narcos, Girls, The Americans o American Horror Story, que este año se volvió a reinventar con una historia llena de giros y terror. The Walking Dead presentó a un nuevo villano, que tuvo en vilo a los seguidores de la serie durante todo el verano, y la tercera temporada de BoJack Horseman reivindicó la animación para adultos acaparando elogios.
2016 también ha sido un año de despedidas seriéfilas. Siete temporadas después, Alicia Florrick dijo adiós junto a The Good Wife, igual que Castle, serie que poco antes de ser cancelada oficialmente había anunciado la marcha de su protagonista femenina, Stana Katic. Los monstruos de Penny Dreadful también se despidieron para siempre, como CSI: Cyber, que puso fin a una de las franquicias más populares de los últimos años.
Más allá de Estados Unidos
Además de llevar a la pequeña pantalla la vida de dos de sus reinas, Victoria en la serie de mismo nombre e Isabel II en The Crown —serie que cuenta con tres nominaciones a los Globos de Oro—, desde Gran Bretaña han llegado la segunda temporada del drama policíaco Happy Valley y la miniserie de espías El infiltrado, coproducción británico-estadounidense. Aunque una de las grandes revelaciones en las islas británicas fue la comedia Fleabag, protagonizada y creada por Phoebe Waller-Bridge. Mientras, en Italia la segunda entrega de Gomorra volvió a llevar la camorra a la televisión, y la coproducción entre Italia, Francia, Estados Unidos y España The Young Pope presentó a un peculiar papa con el rostro de Jude Law.
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