_
_
_
_
Opinión
Texto en el que el autor aboga por ideas y saca conclusiones basadas en su interpretación de hechos y datos

Nada será igual

La cultura del espectáculo necesita a Donald Trump en plena forma

Juan Jesús Aznárez
Donald Trump en un acto de campaña.
Donald Trump en un acto de campaña.CARLO ALLEGRI (REUTERS)

Como casi todo está dicho sobre Donald Trump y los documentales de televisión nos han servido en bandeja su retrechera catadura, sólo nos queda desear que no se venga abajo si pierde las elecciones del martes porque la cultura del espectáculo lo necesita en plena forma. Su tirón seguirá incólume el día después, pero ya nada será igual si no alcanza la Casa Blanca: no es lo mismo pasmar con disparates sobre los concursos de belleza y la fiebre del sábado noche en Manhattan que reventar los índices de audiencias soltando barbaridades sobre México y la guerra en Siria.

Su eventual derrota y bajonazo en la intensidad de sus peroratas, pueden causar en el circo mediático un revés parecido al que sufriría Telecinco si pierde a Belén Esteban, capaz de retroalimentarse ad infinitum con sus desdichas. Salvando lo salvable, su capacidad de fascinar entre el personal refractario a Góngora y Joyce empareja a los dos personajes con una de las reflexiones de Benjamín Franklin: “la admiración es hija de la ignorancia”.

Al igual que cientos de miles de españoles necesitan de los gritos y alcahueterías de la ‘princesa del pueblo’ para sobrellevar el ricino existencial, millones de estadounidenses aguardan con palomitas y coca colas la aparición del desvergonzado embobando al bobo. Consumen cinco horas al día de televisión y solo algunos canales minoritarios, como la cadena pública PBS, emiten programas culturales, documentales y espacios sobre la naturaleza.

Pero el público de esas selectivas pantallas también echará de menos al intruso que se entrometió en sus vidas depredando, por elevación, como el tiro curvo de un mortero: Si de fauna se trata, abordó a las mujeres con la delicadeza del cocodrilo devorando ñus en el río Mara, y si queremos cultura, la sirvió a la contra derrochando banalidad y codicia. Nadie como él alimenta las calderas del show. Nos lo merecemos por nuestro irrestricto alistamiento en la idiotizada civilización del entretenimiento.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_