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La forja de una máquina mitológica

Discovery Channel estrena 'Harley and the Davidsons', serie sobre el origen de la marca de motos

Desde la izquierda, Bug Hall, Michiel Huisman y Robert Aramayo, en 'Harley and the Davidsons'.

Si se deja a los protagonistas de Harley & the Davidsons que describan la miniserie que Discovery Channel hoy, compuesta por tres capítulos que se podrán ver en el mismo horario hasta el domingo, ninguno de ellos utiliza el nombre de la firma con mayor carga de mística del mundo de las motos. “Es una serie de desafíos y chaquetas de cuero”, asegura Michiel Huisman, que encarna al mayor de los hermanos Davidson, Walter. Bug Hall, que interpreta al hermano menor, Arthur, la ve más en términos de velocidad y darlo todo por un sueño. “Eso mismo, es la historia de un sueño y de un grupo de amigos que lo hicieron realidad”, resume Robert Aramayo, el ingeniero Bill Harley en la ficción. En resumen, Harley & the Davidsons es la historia del sueño americano que transformó el deseo de estos tres socios del Milwaukee (EE UU) de principios del siglo XX en el mayor emporio motociclista.

Una historia recontada en un rodaje de cuatro meses en el que los intérpretes reconocen que realidad y ficción se entrelazan. Si funcionó para otras series basadas en historias reales, como Masters of Sex o Mr. Selfridge, ¿por qué no hacerlo con Harley & the Davidsons, donde ninguno de los actores se parece remotamente al verdadero Harley o los hermanos Davidson? “Es una gran responsabilidad devolver a la vida a estos personajes pero tampoco hay tanta información. No puedes ver lo que hicieron en YouTube”, explica Huisman. De ahí que cada uno de los personajes cuente con unas características muy determinadas, marcadas más por el guion que por los libros de historia. Walter Davidson representa “el lado rebelde de la compañía” mientras que Arthur es el charlatán, capaz de vender hasta su camisa. Ambos papeles están interpretados por actores que aseguran que no tienen nada que ver con sus personajes. “Espero que se me pegue algo”, añade con su especial encanto Huisman, más conocido en televisión como el hombre que robó el corazón de la Madre de Dragones, Daario Naharis en Juego de tronos.

Aramayo también perteneció al universo de televisivo de George R.R Martin como el joven Eddard Stark. Y no suena a coincidencia, especialmente cuando el productor de Harley & the Davidsons, Dimitri Doganis, explica su visión de su miniserie, una historia en la que también ruedan cabezas. “Yo la veo como una historia de gladiadores, llena de peligros y donde sobrevive el más fuerte”, explicó a la prensa. Hablando con EL PAÍS, Huisman le da la razón. “Entonces era mucho más peligroso montar en moto. Como dijo Walter Davidson en una de las pocas declaraciones que existen suyas, no era solo el desafío de la velocidad, era el miedo a que la máquina fallara”, recuerda el actor. “Es una serie sobre ese momento en el que sabías qué tipo de hombre montaba este tipo de máquinas”, añade Hall.

Un recorrido de seis horas donde, además de la velocidad o la inestabilidad de los nuevos prototipos en dos ruedas, el sueño de estos tres amigos se ve acosado por un mundo que cambia a su alrededor. La empresa hoy conocida como Harley-Davidson se enfrenta en la serie no solo a sus rivales o al impacto de una competencia desleal, sino al vapuleo de la Gran Depresión y las dos Guerras Mundiales. “La máquina que crearon es la que forja esta historia de amistad pero su aventura es más parecida a la de la conquista del Oeste”, resume Huisman.

Réplicas de modelos históricos

Harley & the Davidsons utilizó unas setenta motocicletas para reproducir los diferentes modelos de los 30 años de historia que narra. "Reutilizamos muchas y, acabado un episodio, las partes de la que había montado iban para el siguiente modelo", recuerda Huisman, reconociendo que, además, eran más cómodas y seguras que las originales.

Pero en todo lo demás la serie se ajustó a la historia, menos en el caso del primer modelo, del que no existe referencia original. El resto son idénticas a las piezas de museo. “Y ese sí que fue un gran incentivo porque ¿de qué otra forma me voy a ver en una Harley Twin del 1916?”, se pregunta este amante de la velocidad. Quizá pagando del orden de los 66.000 euros, el precio de uno de estos modelos.

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