'Better Call Saul', regreso al universo de 'Breaking Bad'
Jimmy McGill es un abogado del montón, con una vida aburrida, sin oficio ni beneficio. Atascado en su carrera profesional y con una trayectoria personal todavía más deprimente. Este chanchullero profesional terminará dejando atrás a Jimmy McGill para convertirse en Saul Goodman, el abogado al que recurre Walter White en Breaking Bad, ese que se anuncia con spots casposos y con el lema "Better Call Saul". El camino que recorre para esa transformación es el que mostrará Better Call Saul, la nueva serie de AMC que en España arrancará en Movistar Series el 9 de febrero, solo un día después de su estreno en EE UU.
Con la etiqueta de spin-off y precuela de Breaking Bad, la firma de Vince Gilligan y Peter Gould y varios personajes de la serie original en ella, las altas expectativas están más que justificadas. En Quinta Temporada ya hemos podido ver los dos primeros capítulos y hemos comprobado que, efectivamente, el arranque es más que prometedor. Estas son nuestras primeras impresiones (sin spoilers).
Better Call Saul nos lleva de vuelta al universo de Breaking Bad, ese con saltos temporales (empieza con uno de ellos), música, ritmo, tono y ambientación parecidas. Regreso al desierto de Nuevo México, ese que los seguidores de Breaking Bad en realidad no han llegado a abandonar todavía. Volvemos a casa.
Pero los paisajes no son lo único que nos retrotrae a la serie en la que reinaba Heisenberg. El sello de Breaking Bad también se plasma en el montaje: esos momentos musicales, esos planos tan característicos y esa atención al detalle también están en Better Call Saul, además de personajes comunes. También se aprecia una ambición parecida a la que se notaba en los primeros compases de Breaking Bad y que explotaría más adelante. ¿Qué serie se atreve a arrancar con ocho minutos de secuencias sin ningún diálogo? Better Call Saul lo hace.
Ahora Saul Goodman pasa de secundario a protagonista. Si la serie madre contaba el paso de Walter White de Mr. Chip a Scarface, como solía decir Vince Gilligan, aquí veremos la tranformación de Jimmy McGill en Saul Goodman. Vamos seis años antes del comienzo de Breaking Bad, cuando Saul todavía es Jimmy, el verdadero nombre de este abogado que se las sabe todas y busca las grietas del sistema legal para usarlas en su propio beneficio. Jimmy tiene a su hermano Chuck (Michael McKean) como referente, abogado de éxito en su momento y ahora enfermo. Nos reencontramos con Mike Ehrmantraut (Jonathan Banks). El que en su momento será el hombre de confianza de Saul ahora trabaja en el aparcamiento del juzgado al que acude Jimmy.
Con estos ingredientes y algún personaje secundario más (que tendrán que ir tomando vuelo), Better Call Saul tiene el reto de demostrar que se sirve por sí misma y librarse de los lazos que la vinculan con Breaking Bad para poder tener una identidad propia. Para ello, Bob Odenkirk, al que estamos acostumbrados a ver como secundario (Breaking Bad, Fargo...), pasa a primera línea, y lo hace de forma más que aceptable. Un arranque que no cuenta todo sobre los personajes ni sobre el universo que les rodea y que invita a seguir indagando en ellos, incluso aunque sepamos cuál va a ser el destino de algunos de ellos. También queda claro que es una serie a la que hay que dar tiempo, algo que parece que han entendido en la cadena AMC que ya renovó Better Call Saul por una segunda entrega mucho antes de su estreno. Una señal de confianza que demuestra la intención de construir algo grande.
Pero, ¿y si no has visto Breaking Bad? No hay problema. Better Call Saul está dispuesta a crear su propio universo con personajes nuevos y situaciones que arrancan de cero. Los seguidores de Breaking Bad notarán las referencias, los guiños, apreciarán los detalles mejor. Pero se puede disfrutar sin problema sin haber visto la serie protagonizada por Bryan Cranston. Aunque... ¿quién no ha visto Breaking Bad a estas alturas? Y si no la has visto, ¿qué haces que no empiezas ya?
El único problema que puede tener Better Call Saul es el peligro de las expectativas. Y decepcionar a los fans acérrimos de Breaking Bad, esos que cuando escucharon las primeras noticias sobre un posible spin-off se echaron a temblar pensando en el sacrilegio que se iba a llevar a cabo. "¿Spin-off? ¿Es que nadie se acuerda de lo que pasó con Joey (el intento de continuación de Friends centrado en el personaje de Matt LeBlanc)?" Que no cunda el pánico. La historia de la televisión también ha dejado casos como el de Frasier (serie derivdada de Cheers).
De momento, los primeros pasos de Better Call Saul invitan al optimismo. Un arranque muy prometedor, una narración con ritmo (SU ritmo) que rescata a algunos de los grandes secundarios de Breaking Bad para darles una segunda vida.
¿Y si estamos ante una de las próximas grandes series? ¿Y si la tercera edad de oro de la televisión no llegará a su fin con el adiós este año de Mad Men? El comienzo de Better Call Saul es esperanzador. Esperemos que el tiempo confirme las buenas impresiones iniciales.
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