'Silicon Valley' y la otra cara del éxito
Silicon Valley es la historia de un éxito y un fracaso. En su contenido, claro, porque como serie es una de las más inteligentes del panorama televisivo. En sus dos primeras temporadas, sus protagonistas, un grupo de jóvenes emprendedores que intentan abrirse camino en la jungla de las startups tecnológicas, consiguen hacerse relevantes gracias a su creación, Pied Piper, una aplicación con un revolucionario algoritmo que permite comprimir datos sin apenas perder calidad. Ahora, en su tercera temporada, y después de haber conseguido abrirse un hueco y hacerse un nombre en el altamente competitivo Valle del Silicio, el protagonista de la serie se encuentra sin poder dentro de la empresa que él mismo creó, viendo cómo las decisiones las toman otros y utilizan su creación para algo muy distinto de lo que imaginó inicialmente.
En un momento del segundo capítulo de la actual temporada, el nuevo CEO de Pied Piper, Jack Barker, da una lección de realidad a Richard, el protagonista de esta historia, cuando este empieza a darse cuenta de que lo que le habían vendido, eso de que seguiría tomando las decisiones y que se respetaría la esencia de su idea, no es verdad. "El producto no es la plataforma, el producto no es tampoco tu algoritmo, ni siquiera lo es el software. ¿Sabes cuál es el producto de Pied Piper?" "¿Yo?", responde el inocente Richard, que, por lo visto, ha debido escuchar demasiadas charlas inspiracionales en su vida. "¡Oh, Dios, no, no! El producto de Pied Piper son sus acciones. Cualquier cosa que haga que el valor de sus acciones crezca, eso es lo que vamos a hacer". Un duro golpe de realidad para alguien demasiado idealista que se había creído eso del "sueño americano" a pies juntillas.
Silicon Valley se ha consolidado como una serie con estilo propio, con un humor particular que conecta con el mundo geek en el que se ambienta la serie pero que se extiende más allá y que satiriza un universo muy desconocido para la gran mayoría de los mortales. Un humor descarado que no tiene miedo a ofender (esto es HBO) y a través del que se satiriza un mundo que visto desde fuera puede parecer ridículo en algunos momentos y demasiado agresivo y exigente en otros. Silicon Valley muestra eso con crudeza y mucho humor.
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