30 años de Paul Heaton en 10 dardos

‘Happy hour’ (1986)

El irresistible tercer single de London 0 Hull 4, álbum de debut de The Housemartins, se convirtió en el primer hit de la banda (su éxito solo lo superarían con la versión a capela de ‘Caravan of love’). Paul Heaton firmaba con el guitarrista, Stan Cullimore. Y desnudaba con humor cruel los hábitos de los ejecutivos, pendientes de poner epílogo a su jornada en la ‘hora feliz’ de los pubs.

‘Me and the farmer’ (1987):

Heaton la escribió el mismo día que la anterior, aunque se publicara 18 meses más tarde y se incluyera en el otro disco de estudio de The Housemartins, People who grinned themselves to death. No faltan la sorna, la melodía pegadiza, los coros marca de la casa, los bailecitos y, por supuesto, Norman Cook al bajo, el hombre hoy con vida artística como Fatboy Slim.

‘Song for whoever’ (1989):

Welcome to the Beautiful South, la presentación en largo del segundo proyecto de Heaton (con el exbatería de The Housemartins, Dave Hemingway, reconvertido en el otro vocalista) se abre con este recuento de un compositor imaginario cuyas fugaces novias solo le valen para inspirarle canciones y hacer dinero. Un retrato del cinismo envuelto en preciosos arreglos. Número dos en Reino Unido.

‘You keep it all in’ (1989):

Soul orquestal coescrito, como siempre, con el guitarrista del grupo (Dave Rotheray en este caso) e incluido también en el debut de The Beautiful South. Su brillo burbujeante encierra pinceladas de un relato sobre abusos familiares. Y en él se estrenaba la norirlandesa Briana Corrigan como vocalista invitada.

‘A little time’ (1990):

Corrigan pasó a ser miembro de la banda en los dos discos siguientes, hasta que se marchó molesta por algunas de las letras del líder. Aquí Heaton cede el micro para un dueto entre ella y Hemingway, que escenifican un conflicto de pareja. El único número uno de The Beautiful South en los charts de singles británicos.

‘Old red eyes is back’ (1992):

La más cruda inmersión de Heaton en el problema de la bebida, junto a la posterior ‘Look what I found in my beer’. En el vídeo interpreta doble papel, como narrador de la historia y como el “viejo ojos rojos” del título, un alcohólico crónico camino de la muerte.

‘Don’t marry her’ (1996):

Quizá la cima de la estancia de Jacqui Abbott como cantante de The Beautiful South. Memorable rodaja pop con un intento de convencer a un amante de que abandone sus planes de boda. Heaton, en el texto, acribilla la rutina matrimonial hasta el punto de tener que modificar para las radios la parte más explícita del estribillo (“don’t marry her / fuck me” pasa a ser “don’t marry her / have me”).

‘Perfect ten’ (1998):

La canción escrita para Tom Jones que el galés desechó. Un error: The Beautiful South llevó el dueto de aroma funky entre Heaton y Abbott al segundo puesto de las listas (el álbum, Quench, que contó con Norman Cook como asesor, fue un número uno, al igual que el previo Blue is the colour). Los pies se van con dicha reivindicación del amor al margen de tallas y tamaños.

‘D.I.Y.’(2014):

Tras tres trabajos en solitario, el primer single del reencuentro de Paul Heaton con Jacqui Abbott. Y uno de los pocos temas actuales que no suscribe junto a su actual guitarrista, Johnny Lexus (“compongo en mi mente, y Johnny me va mostrando acordes con el instrumento hasta que damos con los que tengo en la cabeza”). Impagable el músico como estatua humana para esta historia de amores robados y aires country.

‘(Man is) the biggest bitch of all’ (2015):

Habría encajado perfectamente en la Motown setentera con ese sonido vivaz. “¿Quedarme con quién? ¿Con el hombre que me prometió amarme hasta el final o con el que pillé en el lecho familiar con mi mejor amiga?”, reza la letra de Heaton en la voz maestra de Abbott.