‘Love’ o la vida a la mañana siguiente
Judd Apatow lleva al espectador a la parte más imprevisible de una relación en su nueva serie
“¿De qué va Girls?”, se pregunta Judd Apatow. “Pues de chicas”, se contesta. ¿De qué va Love? Pues eso. El productor de la serie de Lena Dunham responde así cuando se le pide que explique la historia de su nueva serie para Netflix, Love, que se estrenó ayer en la plataforma online. “Lo llamamos Love porque es tan genérico que era gracioso. Siempre que intento un título complejo es un error. Love engloba todo, es felicidad y es una mierda. Me gusta que pueda ser cualquier cosa”.
En 2007, Apatow (director de Virgen a los 40, Y de repente tú y productor prolífico que es casi una marca de comedia adulta en sí mismo) dirigió la comedia Lío embarazoso con Seth Rogen y Katherine Heigl, en la que una pareja se encuentra con un embarazo por sorpresa. La comedia termina con los dos juntos y empezando una nueva vida. “La premisa fue hacer como si Lío embarazoso fuera una serie”, decía Apatow en un reciente encuentro con la prensa en Los Ángeles. “¿Y si pudieras enseñar qué pasa al día siguiente, y al siguiente, y ver cómo resulta? Me parecía que necesitaba más tiempo para explorar estos personajes y sus vidas, y hacer una serie en Netflix para mí es como hacer una película de cinco horas, que es mi verdadero sueño”.
Love está protagonizada por una pareja joven formada por los actores Paul Rust y Gillian Jacobs. Apatow defiende esta combinación de friki gafotas con una actriz tan guapa. “Es una cultura friki, los frikis manejan el mundo. Un friki puede ser cualquier personaje. No es como hace 30 años cuando era el tipo con gafas pegadas con celo que jamás conseguiría a una chica. Hoy el friki es Bill Gates”. Además, hay otras consideraciones aparte del físico para elegir a sus actores: “Cuando te preguntas ¿quién es el tío más gracioso de esta ciudad? No hay un mar de tíos que se parezcan a Tom Brady [jugador de fútbol americano]”.
La serie está rodada en Los Ángeles, a pesar de ser “caro y complicado”, porque quería sitios reconocibles y además se basa en angelinos que conoce, explica. Los personajes son jóvenes pero otro tipo de jóvenes, no son las chicas de Girls. “La serie es de gente que tiene trabajo. No es como Girls, que parte de la trama es encontrar tu primer trabajo. Esto es gente que tiene trabajo, tiene dinero pero aún no está en esa etapa en la que tienes que pagar facturas. Es una especie de nivel dos”. La serie sigue su día a día como pareja. “Es sobre una relación, pero también sobre personas, sueños, esperanzas y lo complicado que puede ser”.
“En una relación”, razona Apatow, “durante el primer año más o menos puedes ocultar quién eres, pero luego poco a poco se van dando cuenta y no les gusta nada. Entonces tienes que decidir si quieres crecer, cambiar, escuchar sus quejas… cada etapa de eso es muy interesante y no lo he podido explorar en una película”.
Al servicio del ‘streaming’
Apatow lleva su estilo de comedia a un servicio de streaming, en vez de a una pantalla de cine o una serie con episodios semanales. "Lo que me gusta de Netflix es que no es como en una película, que la gente espera que acabe bien. En la tele en streaming puedes hacer el trabajo tan honesto como quieras sin preocuparte de la taquilla. Haces lo correcto. En una película tratas de dejar al público en un punto determinado en el que creen que lo han pasado bien".
Además, añade, "las películas están hechas para tener un tercer acto en el que se da una solución y deja al público con ganas de decir a otros que vayan a verla. Eso deja fuera muchos finales. Muchas cosas acaban raro, o de forma incómoda. En Lío embarazoso, al final se van juntos en coche y la gente puede decir que ese es un final feliz. Pero yo no sé qué pasa al día siguiente. Igual lo echa de casa antes del desayuno". Eso es lo que va a explorar Love, esta vez, con tiempo de sobra.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.