_
_
_
_

La protohistoria de Vetusta Morla

El grupo vuelve a sus orígenes en un encuentro exclusivo para suscriptores de EL PAÍS. Mañana, con el periódico, su nuevo disco

Patricia Peiró
Guille Galván, Pucho y Jorge González, durante el encuentro del programa EL PAÍS+.
Guille Galván, Pucho y Jorge González, durante el encuentro del programa EL PAÍS+.Jaime Villanueva

Algún día saldrá a la luz la grabación de unos jovencitos componentes de Vetusta Morla alucinados con verse por primera vez tocando en televisión. Era principios de los 2000 y el grupo de Tres Cantos (Madrid) que solo dos años antes había ofrecido su primer concierto en la casa de la juventud de su pueblo, fue convocado para una actuación para Radio 3. Quedaron en casa de Álvaro (bajista) y colocaron una cámara encima de la televisión dirigida hacia ellos mismos. "Estábamos tan nerviosos que a las nueve de la noche ya habíamos cenado y el concierto lo emitieron a las tres de la mañana", relata Guillermo Galván (guitarrista), "teníamos esa idea megalómana de que cuando triunfáramos alguien querría ver nuestros inicios, por eso hay muchas grabaciones de esa época". Galván, Pucho (voz) y Jorge González (percusiones) desvelaron ayer muchos secretos de los orígenes de Vetusta Morla en un encuentro exclusivo para suscriptores de EL PAÍS. La charla tuvo lugar en el teatro Cuarta Pared y estaba organizada dentro del programa EL PAÍS +.

La excusa era el lanzamiento de su nuevo álbum, 15151, el directo del concierto multitudinario el pasado mayo en el Barclaycard Center de Madrid. El doble cd saldrá a la venta con EL PAÍS, este domingo 8 de noviembre. El encuentro sirvió para recorrer la historia de uno de los grupos indies españoles de mayor éxito. La banda tuvo que ofrecer una actuación en un festival en Beirut (Líbano) para concienciarse de que tenían algo muy valioso entre manos. "El conocido pacto de Beirut", bromeó Galván, el más hablador, "consistió básicamente en renunciar a nuestros trabajos ajenos a la música para volcarnos en Vetusta".

Antes de ese acuerdo, casi de honor, recordaron ese primer concierto en un centro de Vallecas. "Llenazo total", aseguró González. "El aforo era de 50 o 60", matizó Galván. Cuando les cedieron el espacio para esa primera actuación, su repertorio aún se nutría de muchas versiones y ni tenían ni nombre. "Nos encerramos en casa hasta decidir uno, y optamos por este porque es un personaje de La historia interminable". Con el tono socarrón que mantuvieron durante toda la charla contaron que tras aquel "gran éxito" a Pucho "se le subió la fama a la cabeza" y se marchó siete meses a Londres. En realidad el cantante ya tenía pensado mudarse un tiempo antes de que Vetusta Morla fuera lo que es hoy. El resto del grupo le enviaban demos en cassetes para que siguiera trabajando con ellos a pesar de la distancia. "Tiempo después, en una de mis visitas a Madrid, Jorge me comió el tarro para que no volviera a marcharme. Y me convenció", realata Pucho.

La historia de Vetusta Morla siempre se ha escrito al margen de los cauces habituales, aunque ahora su audiencia sea masiva. Promocionaron su primera maqueta con un concierto a un euro en la sala Sol y antes de fichar por ninguna discográfica, aunque fuera independiente, prefirieron crear su propio sello, Pequeño salto mortal, para editar sus trabajos. González reconoció que "en la música, aprendes a vivir al borde del precipicio". Aunque a ellos no les ha funcionado mal hasta el momento, a pesar de aquellos inicios renqueantes. "Es imposible plantearte qué pasará en 15 años, porque hoy nos entendemos artísticamente, pero puede que el año que viene no", añadió.

Un momento del encuentro con los suscriptores.
Un momento del encuentro con los suscriptores.Jaime Villanueva

Un suscriptor se interesó por el proceso creativo de una banda compuesta por seis personas: "¿Os entendéis u os tiráis las baquetas a la cabeza?". Galván explicó que él y Juanma se encargan habitualmente de la composición y después las ponen en común con los otros componentes. "Entre todos las vestimos con el sonido Vetusta Morla y hacemos los arreglos necesarios. Parece complejo, pero a nosotros nos funciona".

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Patricia Peiró
Redactora de la sección de Madrid, con el foco en los sucesos y los tribunales. Colabora en La Ventana de la Cadena Ser en una sección sobre crónica negra. Realizó el podcast ‘Igor el ruso: la huida de un asesino’ con Podium Podcast.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_