TVE apaga los platós
La venta de los Estudios Buñuel obliga a la televisión a alquilar instalaciones
Televisión Española (TVE) se queda casi sin platós. La venta de los Estudios Buñuel y la demolición de instalaciones obsoletas o enfermas en Prado del Rey obliga a la televisión pública a alquilar infraestructuras para realizar sus programas. TVE arrendará dos estudios en la localidad madrileña de Villaviciosa de Odón, donde se trasladará parte de la producción que hasta ahora se venía haciendo en los Buñuel, según un portavoz de la cadena.
En un acto convocado bajo el lema El último suspiro, trabajadores de TVE dieron su adiós la semana pasada a los emblemáticos estudios. Fue a la sombra del decorado de MasterChef, el último gran formato producido bajo sus focos.
Los Buñuel han iluminado programas que forman parte de la historia de la televisión, como los concursos Un, dos, tres, El precio justo y Qué apostamos, o espectáculos como Hola, Raffaella. Ha acogido debates políticos y el novedoso Tengo una pregunta para usted, por el que pasaron Zapatero y Rajoy (cada uno por su lado). En sus entrañas, Manuel Gutiérrez Aragón recreó las andanzas de El Quijote y Mario Camus dio forma a La forja de un rebelde.
Acuciada por la crisis y por el recorte de la subvención estatal, TVE acordó el año pasado venderlos por 35 millones a la promotora Pryconsa; si nada lo remedia, la gran fábrica de contenidos audiovisuales se convertirá en pisos de lujo. “Es un patrimonio cultural que no debería venderse”, dice Maite Martín, secretaria general de CC OO en la corporación, sindicato que abanderó el homenaje a los Buñuel. El 30 de julio, se dejará de grabar allí y comenzará el desmontaje de los equipos técnicos para poder entregar el inmueble a sus nuevos propietarios el 14 de noviembre, según los datos de los trabajadores.
Además de la venta de los tres estudios de Buñuel, TVE ha derribado varios edificios de Prado del Rey afectados por la presencia de amianto. En 2011, los estudios 10 y 11 fueron sometidos a un proceso de descontaminación, pero con el tiempo se ha detectado amianto en polvo y TVE se plantea ahora demolerlos y construir otros nuevos. Martín se muestra contraria al derribo: “El alquiler de Villaviciosa de Odón costará entre 800.000 y 900.000 euros al año. Creemos que sería mejor rehabilitar los existentes. Si la limpieza de los estudios 10 y 11 se hizo mal, TVE debe exigir responsabilidades a la empresa que realizó los trabajos”, añade. UGT reclama que no se entreguen los Buñuel hasta que no esté terminada la rehabilitación de los estudios 1, 2 y 3 y se hayan construido los nuevos platós que están previstos al lado del 5.
Los sindicatos de la televisión pública recuerdan que la corporación había acordado en el consejo de administración no vender los Buñuel hasta que no estuvieran operativas las nuevas instalaciones. Temen que el recorte de platós —de nueve se pasará a cuatro, incluidos los arrendados— tenga un efecto dominó sobre la producción, lo que podría afectar a los puestos de trabajo. “TVE no va a perder producción propia por el cierre de los estudios”, enfatiza un portavoz de la cadena, para quien los alquilares tienen “un precio muy ventajoso”.
Firmada la venta de los Estudios Buñuel, Televisión Española manejó la opción de alquilar infraestructuras a Telemadrid, ubicada en la Ciudad de la Imagen, muy cerca de sus instalaciones. Esta hipótesis ha quedado en vía muerta ante la posibilidad de que el nuevo Gobierno regional de la popular Cristina Cifuentes, intente remontar Telemadrid y fomentar la producción propia.
Historia audiovisual
En su día, los Estudios Buñuel (antes Bronston y antes Chamartín) fueron los más grandes de Europa. Albergaron los rodajes de memorables superproducciones, como 55 días en Pekín, La caída del Imperio Romano o El fabuloso mundo del circo. A mediados de los noventa, fueron rehabilitados para la televisión pública bajo el mandato de Pilar Miró como directora general de RTVE.
El complejo audiovisual consta de tres platós, dos de ellos de 600 metros cuadrados. El principal, con sus imponentes 2.400 metros cuadrados y dotado de la más moderna tecnología, ha sido testigo de una buena parte de la historia de la televisión española.
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