Los policías forenses ya empiezan a cansar
'CSI: Cyber' no es más que otra vuelta de tuerca a la fórmula del procedimental policíaco
Quien pensara que la fórmula de CSI ya se había agotado, estaba muy equivocado. Una de las franquicias más prolíficas de la televisión sigue extendiendo sus tentáculos. Tras las entregas ambientadas en Las Vegas, Miami y Nueva York, ahora este procedimental (con casos autoconclusivos en cada capítulo) protagonizado por policías forenses también se centra en un campo que todavía estaba por explorar en la saga: el cibercrimen. Para ello, CSI: Cyber (que Fox pone en España un día después de su emisión en EE UU) cuenta con un as en la manga: la presencia de la recientemente oscarizada Patricia Arquette.
La actriz, curtida en eso de la televisión, no es de las que se ha ido para volver. Ha apostado siempre por la pequeña pantalla y parece dispuesta a seguir haciéndolo. Lo mismo se arriesga con una película como Boyhood que se mete en una serie sin mayores pretensiones que entretener como CSI: Cyber. Lo suyo tiene mérito, porque encima consigue no desentonar ni en la una —el Oscar da fe de ello— ni en la otra, como no lo hacía en Medium o en Boardwalk Empire.
En cuanto a la serie, no es más que otra vuelta de tuerca a la fórmula. El formato del procedimental policíaco funciona. Tiene su público. Y si algo funciona, mejor no tocarlo. Solo añádale un toque “moderno” con algún efecto que resalte el lado tecnológico del asunto, súmele casos en los que estén implicados artilugios informáticos y ya tiene su nueva serie. Y a seguir aprovechándose de la gallina de los huevos de oro. Perfectamente válido, pero también bastante cansino.
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