El próximo capítulo, en papel
Los libros sobre series se hacen hueco siguiendo el éxito de las sagas televisivas
Sheldon Cooper, el genio de The Big Bang Theory, se bate en duelo con los protagonistas de True Detective bajo la mirada del clan de los Soprano. La lucha no se produce solo en la parrilla televisiva, ni en las secciones de DVD de los grandes almacenes o las web de merchandising. La lucha por el creciente mercado de las series se ha trasladado a las librerías. Grandes editoriales y sellos independientes, conscientes del tirón de la ficción por capítulos, se lanzan a analizar o ampliar los títulos de moda en sus publicaciones, esperando repetir el éxito del producto original.
Uno de los últimos títulos en sumarse a la ola es La vida según Sheldon (Timunmas), un compendio de las sentencias y despropósitos del personaje encarnado por Jim Parsons en televisión. El autor del libro, Toni de la Torre, no es un recién llegado al interés editorial por las series. El crítico se reivindica como uno de los pioneros de la literatura seriéfila: su libro Descifrando el misterio de Perdidos (Ara Llibres, 2004) se publicó cuando el público español solo conocía una temporada de la famosa saga, considerada el comienzo del boom. “Aquello fue una anomalía. Desde entonces, la tendencia de publicar sobre series se ha consolidado”, explica. De aquella “anomalía” (ya descatalogada) se vendieron unos 4.000 ejemplares, pero la sorpresa llegó con Doctor House: guía para la vida (Ara Llibres, 2007). El análisis del médico más borde de la televisión (ya jubilado tras ocho temporadas, dos Globos de Oro y cinco premios Emmy) ha superado las 25.000 unidades y aún se vende a buen ritmo, como asegura su autor, en Latinoamérica.
En los últimos años, la oferta de libros que sirven como complemento o ampliación a las series de éxito ha crecido considerablemente. José Antonio Menor, responsable del sello Léeme, considera que la tendencia es simplemente un reflejo de la relevancia que han tomado las series en la vida del lector/televidente: “Ocupan un espacio que hasta ahora había tenido el cine. Las series le han adelantado por la izquierda”. Otros editores, sin embargo, admiten que su apuesta obedece a una lógica de mercado. José López Jara, de Timunmas, apostó por The Big Bang Theory tras hacerlo por Cómo conocí a vuestra madre en 2013 por una razón: “Nos dimos cuenta que nuestros lectores de fantasía o ciencia ficción [géneros a los que se dedica esta rama del Grupo Planeta] eran seguidores de estas series gamberras”. El resultado ha sido positivo, al menos en caja: El código de los colegas (versión patria de The Bro Code, la Biblia del mujeriego Barney Stinson), ha liquidado más de 20.000 ejemplares, y la oda a Sheldon se colocó entre los más vendidos desde la primera semana.
Estos, como explica José Antonio Menor, conforman una primera categoría de los libros sobre series: un producto que complementa a la ficción televisiva sin entrar en el análisis crítico y que responde a “una parte más mitómana” del público. Es el caso de Nueva York en serie, un título publicado por Léeme el pasado verano a modo de guía por la ciudad a partir de series muy conocidas por el público, como Friends o Sexo en Nueva York.
Paralelamente, explica, hay otro tipo de títulos “para quien quiera profundizar más allá del contenido de la serie”. En Todavía voy por la primera temporada (Léeme, 2014), coordinado por Edu Galán, autores como Maruja Torres, Isaac Rosa, Marcos Ordóñez o Jordi Costa analizan en cortos ensayos (extraídos de un congreso universitario sobre ficción televisiva) series de éxito como Homeland, Breaking Bad o Mad Men. Pero, advierte Menor, no se trata de una sesuda investigación académica: “No es como los libros sobre cine; los de series son distintos porque el público es distinto. Digamos que son más democráticos, más generalistas”.
La editorial Errata Naturae ha tratado de desmarcarse de sus competidoras acercándose, precisamente, a un enfoque más intelectual. Sus títulos sobre Los Soprano, Breaking Bad, The Wire o, más recientemente, True Detective, acercan las series al cine, el teatro clásico o la filosofía. “Los Soprano son alta cultura si consideras alta cultura el cine de John Ford. Cuando empezamos, en 2009, no era tan evidente. Pero ese era y sigue siendo uno de los motivos de la colección: reflexionar sobre las series de la misma forma que sobre literatura, pintura u otras formas de pensamiento”, asegura Rubén Hernández, uno de sus responsables. El volumen sobre True Detective, de hecho, transcurre por caminos aparentemente muy alejados de la creación de Pizzolatto, y recoge relatos de Roberto Bolaño o Lovecraft y textos de Nietzsche. El próximo título, previsto para marzo, abordará Mad Men mientras la saga apura su última temporada.
“El enfoque puede ser más intelectual, pero el objetivo es el mismo: vender el libro de turno”. El dardo viene de Toni de la Torre, que advierte contra la apariencia de que todo está ya cubierto en la literatura sobre series: “Las editoriales las ven aún como parte de un mundo de ocio. O se hace merchandising, o se añade un complemento para darles prestigio. Echo de menos que se analicen las series dentro del propio lenguaje televisivo”.
Mientras De la Torre añora que las editoriales publiquen “porque les interesa una serie, y no porque sea popular”, los responsables de los sellos niegan encontrarse ante una burbuja del libro sobre series, análoga a la que ya se diagnostica en la pantalla (muchos títulos en la parrilla pero de menor calidad). Eso sí, ante la pregunta de si seguirán publicando sobre ficción televisiva, hay una respuesta unánime: sí, mientras siga funcionando.
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