Pase lo que pase, sin parar de cantar

Ni aunque una cucaracha les recorra el brazo, ni aunque les metan en una piscina llena de serpientes... Florentino Fernández y Patricia Conde presentan el concurso Killer Karaoke, que esta noche (22.30) llega a Cuatro con una premisa: el show, en este caso la canción, debe continuar.

El mecanismo del programa es simple: quienes se atrevan a participar no solo deben cantar bien, sino que tendrán que estar preparados para ser sometidos a pequeñas sorpresas. Quizás tengan que meterse dentro de un cubo lleno de gallinas o, tal vez, aguantar que dos grandes hombres sudorosos bailen a su alrededor. Cada uno de los diez programas de la primera temporada contará con ocho concursantes, que se enfrentarán por un premio de hasta 3.000 euros y por la posibilidad de entrar en la gran final, que otorgará al vencedor 30.000 euros.

Quienes participen tendrán que prepararse para ser sometidos a pequeñas sorpresas

"No queremos burlarnos de nadie; de eso no va el programa", asegura Óscar Vega, encargado de la dirección junto a Carles Torras. Aclara que no solo se trata de asustar a los participantes con animales peligrosos, sino que también tienen en cuenta los miedos de cada uno e incluso llegan a engañarlos —con peluches, por ejemplo— para ver su reacción. "Al final, los que más se divierten son los concursantes. Han sacado el sentido del humor que llevan dentro y la capacidad de reírse de sí mismos. Ha sido un éxito", completa Torras.

Para Florentino Fernández, el programa es "como un parque de atracciones en pequeño. Ellos vienen buscando esas emociones que les generan sus propias fobias". Este es su primer gran proyecto desde que fichase por Mediaset el pasado julio, y también representa su reencuentro televisivo con Patricia Conde después de El informal y Splunge.

Cada entrega contará con dos personajes famosos que tendrán la oportunidad de apostar por uno de los concursantes. Camela, la actriz cómica Yolanda Ramos, Samanta Villar (conductora de Conexión Samanta) y Usun Yoon (colaboradora de El intermedio) serán algunos de los invitados que pasarán por el plató de 1.200 metros cuadrados, eso sí, corriendo el riesgo de que, si su seleccionado pierde, serán ellos lo que deberán tomar el micrófono.

El formato, originalmente británico, llega tras haber sido adaptado con éxito en más de 30 países, incluido EE UU, donde se han producido dos temporadas.